Todo el apoyo al pueblo venezolano: Fuera Maduro, ninguna confianza en González ni en la derecha pro imperialista

El domingo 28 de julio se llevaron a cabo las esperadas elecciones presidenciales del hermano país, expectativas en un cambio, y una profunda división entre quienes apoyan al gobierno de Maduro y quienes tenían la ilusión de que un triunfo de la oposición lograra sacarlos de la profunda crisis económica y social que les azota hace varios años, como resultado del mal manejo de la economía con un modelo rentista parasitario, desindustrialización, hiperinflación, etc.

Para Colombia, lo que suceda con Venezuela es importante, no solo porque se trata de nuestra frontera más extensa, sino por los millones de migrantes que se encuentran acá, en su mayoría trabajadores que huyeron buscando mejores condiciones de vida, e incluso medios mínimos de subsistencia. Estas mayorías trabajadoras, sufren la superexplotación por patrones que se aprovechan de su situación, y enfrentan la xenofobia constante al ser asociados a la delincuencia común que azota Colombia, fruto de nuestras propias contradicciones y desigualdades. Miles de venezolanos se concentraron en calles y plazas colombianas, para celebrar anticipadamente el que consideraban el seguro triunfo de la oposición y la salida de Maduro, con lo cual esperaban el anhelado retorno a su país de origen. Estaban seguros de la victoria electoral, así como millones en Venezuela.

El fraude fue evidente para las mayorías, el régimen responde con más represión

Que Maduro para aferrarse al gobierno recurra al fraude, la corrupción y la represión no sorprende a nadie. Luego de las negociaciones con el imperialismo norteamericano y países garantes como Colombia, Maduro se comprometió a permitir un proceso electoral “limpio” en el marco de la democracia burguesa, pero todo el proceso ha estado plagado de irregularidades y maniobras para impedir que se expresara en las urnas el descontento con su régimen. Pese a estas maniobras, por distintas vías se vislumbraba una derrota electoral. Pero el resultado entregado por el CNE sorprendió a todos, nadie podía creerlo y para las mayorías, es evidente que se consumó un descarado fraude. La Unidad Socialista de los Trabajadores de Venezuela informa que “en nada se compaginan con la realidad observada en cuanto a preferencia de votos durante toda la jornada electoral, ni con los resultados que los testigos de mesa iban leyendo al cierre de las mismas, en los diferentes centros electorales. Resulta además muy sospechoso que, durante el anuncio, el CNE, no ofreciese detalles de los resultados por estados, por municipios, por centros electorales, siendo que además existen inconsistencias entre los porcentajes de votos que se anunció obtuvieron todos los candidatos y la totalidad del padrón electoral.”

Es por eso que desde el día 29 se han dado varias importantes movilizaciones, la mayoría de ellas espontaneas, exigiendo el respeto a las elecciones y la salida de Maduro. Estas movilizaciones han sido violentamente reprimidas por el régimen dictatorial de Maduro, incluso con el uso de armamento de fuego, se contabilizan decenas de muertos, detenidos y desaparecidos. Esta no es una práctica nueva, desde hace varios años el gobierno atornillado en el poder, viene cercenando libertades democráticas y persiguiendo no solo a la oposición burguesa de derecha, sino también a la oposición de izquierda, dirigentes sociales y sindicales críticos al chavismo que se organizan por reivindicaciones salariales o laborales. Se denuncia que hay más de cien dirigentes sindicales detenidos y judicializados, y varios partidos inhabilitados, no solo de derecha, sino especialmente de la izquierda, como es el caso de la Alianza Popular Revolucionaria (APR), impedidos de participar en las elecciones, con la usurpación descarada de los dirigentes del Partido Comunista Venezolano PCV, con lo que solo se dio a escoger entre dos opciones igualmente burguesas y nefastas. Igualmente, millones de venezolanos en la diáspora fueron impedidos de votar. Por eso, el fraude no solo se consuma alterando las votaciones, sino durante todo el proceso.

En nombre del socialismo y la izquierda, la boliburguesía viene aplicando los planes de ajuste impuestos por el imperialismo, y acumulando millonarias fortunas; incluso la derecha opositora es cada vez más rica.

Una dictadura capitalista, en nombre del socialismo

En nombre del mismo socialismo inexistente, la mayoría de la llamada izquierda latinoamericana y colombiana, apoya de manera acrítica la dictadura, al igual que hacen con la de Ortega en Nicaragua; sin importar la realidad que viven millones. La realidad es que en Venezuela no existe socialismo, ni siquiera en su versión estalinista, burocratizada, o en el llamado “Socialismo del siglo XXI”, existe una dictadura capitalista; que prefiere las relaciones con el imperialismo Ruso, Chino y Europeo, más que con Estados Unidos – aunque las tienen igual- cuya retórica antiimperialista contrasta con todo su programa económico. No existe ni planificación de la economía, ni control del comercio exterior, ni menos estatización de las principales industrias, y mucho menos democracia obrera basada en soviets, es decir un gobierno de los trabajadores. Si bien, al inicio existieron algunas nacionalizaciones, y se otorgaron importantes concesiones a las masas por medio de programas asistenciales, con la caída de los precios del petróleo al no lograr una diversificación de la economía, y con la concentración del poder en la nueva burguesía proveniente del chavismo y las fuerzas armadas, la bonanza terminó; y el régimen aplica cada vez medidas más impopulares.

Ninguna confianza en la derecha opositora, fuera las manos imperialistas de Venezuela

Contrario a lo que se cree, la derecha opositora no ha apelado a las calles, al paro o la huelga general; por el contrario, han llamado a la calma, a proteger el comercio de los “vándalos” y a confiar en mecanismos jurídicos apoyados en el imperialismo norteamericano. Finalmente, derecha es derecha y les aterrorizan más las masas movilizadas que el mismo Maduro a pesar de la situación.

Y es que no sobra recordar que esta derecha opositora, dirigida por María Corina Machado, es la misma derecha que orquestó junto al imperialismo un golpe reaccionario contra Chávez en 2002 y que fue repelido por la heroica resistencia de las masas. Cuando han gobernado, son igual o peor de hambreadores y represores. De hecho, ni siquiera ocultan su programa económico neoliberal, que promete más ajustes, más recortes al gasto social, y mayor dependencia del imperialismo norteamericano. Amigos cercanos de la derecha uribista colombiana, no son ninguna garantía de mayor democratización, libertad o mejora económica; por el contrario, lo que desean es administrar personalmente el Estado para mejor lucrarse, profundizando la colonización yanqui de Venezuela. Han sido corruptos, criminales y golpistas.

El imperialismo, y su séquito de lacayos de las burguesías criollas de todo el continente, tal como el uribismo colombiano, hablan hipócritamente de democracia y salen de manera oportunista a decir que apoyan al pueblo venezolano. Son cínicos, el imperialismo y la derecha apoyan el genocidio contra Palestina, el Gobierno hambreador de Milei en Argentina, y son expertos en golpes militares y dictaduras. No tienen derecho a hablar de democracia. Los uribistas aprovechan la confusión que genera la retórica de izquierda de Maduro, para apoyar su oposición a Petro y usar el caso de Venezuela como espanto ante cualquier intento de cambio. De manera falsa aparecen denunciando la represión cuando han sido los asesinos del pueblo colombiano.

No les creemos nada. Por el contrario, una maniobra golpista de esta derecha opositora con el apoyo del imperialismo norteamericano sería una grave derrota para el pueblo, y solo empeoraría su situación. Los venezolanos pueden y deben resolver sus problemas por sí mismos sin injerencia imperialista.

Todo el apoyo a las movilizaciones

Tal como lo explican los compañeros de la UST: “Al contrario de lo que dice la izquierda reformista que apoya Maduro, quien está en las calles es el mismo pueblo pobre que en 2002 se enfrentó al golpe organizado por el imperialismo contra Chávez.” Por eso nosotros apoyamos a ese pueblo en sus justas movilizaciones, y la legítima lucha contra el fraude. Pero insistimos en que no se trata de reemplazar un gobierno burgués o un imperialismo por otro. No es a través de las urnas sino de la lucha independiente de los trabajadores y el pueblo que Venezuela será libre, la movilización obrera y popular y tomar el destino del país en sus manos es el único camino; no existen mesías salvadores. Este proceso que se abre de movilización y luchas debe profundizarse e independizarse cuanto antes de las direcciones burguesas de derecha, es urgente recuperar las organizaciones de base, sociales, sindicales y políticas. Es imperioso construir un gobierno de los trabajadores.

Fuera Maduro

Abajo el Fraude

Ninguna confianza en González ni en la derecha proimperialista

Fuera las manos yanquis de Venezuela

 

Declaración del Comité Ejecutivo del Partido Socialista de los Trabajadores de Colombia 31 de julio de 2024

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