El Congreso de la Mujer de la CUT, un balance agridulce y mucho por hacer

Del 28 de febrero al 1 de marzo se realizó el VII  Congreso de la CUT, previo a este los congresos de Mujer y Juventud trabajadora, estos fueron “deliberativos, pero no decisorios”, es decir no hubo ninguna posibilidad de votar resoluciones ni propuestas diferentes a las que llevaban ya escritas las directivas, que a su vez controlaron las relatorías, donde toda la enorme cantidad de aportes de mujeres de todo el país se “registró como consenso y disenso”, pero en nada alteró lo que ya traían decidido. Se repite una vez más el método burocrático de tiempos cortos para que la base hable y finalmente se impone lo que la dirección ya ha decidido.

¿Qué temas debería haber discutido el Congreso de la Mujer Trabajadora?

Las mujeres del Partido Socialista de los Trabajadores, propusimos al Congreso que como mínimo se discutieran algunas propuestas y temas urgentes, como el tema de la brecha salarial, y las reivindicaciones económicas de la mujer trabajadora; la exigencia al Gobierno de un plan de emergencia contra la Violencia machista, una campaña en contra de la violencia machista en los lugares de trabajo; medidas concretas para para ampliar la participación política y sindical de las mujeres trabajadoras; la solidaridad con la mujer Palestina y la conmemoración del 8 de marzo.

La compañera Heidis Garrido, delegada por Sinaltrainal, trabajadora del Atún Van Camp´s, militante del Partido Socialista de los Trabajadores presentó tres resoluciones, en una se propuso votar una moción de solidaridad con las obreras de Seatech (atún Van Camps), otra en solidaridad con la mujer Palestina exigiendo la ruptura inmediata de relaciones con Israel, y otra sobre la importancia de participar como central en el 8 de marzo. Estas resoluciones recogían el sentir de muchas delegadas, y se trataba de puntos unitarios y básicos.

En ese sentido Heidis, manifestó a pocos minutos de la clausura que “el congreso de la mujer trabajadora de la CUT, se cierra con un sabor agridulce”, y esto porque a pesar de ser un encuentro muy positivo, de haber tenido la posibilidad de interactuar, compartir experiencias y preocupaciones, tejer lazos de solidaridad y camaradería con trabajadoras de todo el país, apenas pudo intervenir dos minutos en una comisión, y las resoluciones que presentó incluso con un par de decenas de firmas de delegadas, no se sometieron a votación, al final las directivas leyeron una declaración que ya traían escrita, con base en las tesis que habían presentado previo al Congreso.

Las tesis presentadas en el Congreso por el departamento de la mujer

En las tesis presentadas se reconoce la desigualdad salarial, el tema de “economía del cuidado” que nosotras llamamos doble jornada laboral, y el tema de precariedad. Ubican en su diagnóstico una serie de barreras para la participación política sindical de las mujeres.

 

Si bien parten de reconocer la existencia de las clases y de la identidad de mujeres trabajadoras, las tesis están embebidas de concepciones como la sororidad y la hermandad de todas las mujeres, de las cuales nosotras diferimos-; gran parte de este material viene de la teoría de la interseccionalidad y la academia, y no del marxismo o de la tradición de la clase trabajadora. El resultado es que las opresiones (machismo, racismo, etc) se equiparan a la explotación y la división de clases, visión que genera confusión entre las trabajadoras, perdiendo de vista por ejemplo la importancia de mantener la independencia de clase y la independencia del Gobierno.

 

En ese sentido, lo más delicado es que mediante las tesis se busca que la central de respaldo al plan de paz total del gobierno, y a otras iniciativas similares. Coincidimos en la necesidad de exigir el cese de las amenazas, y violencia en contra del movimiento sindical, en especial de las mujeres, y en la necesidad de la reparación colectiva del Movimiento obrero como víctima del conflicto; pero creemos que la central debe mantenerse independiente del Gobierno; nos parece errado comprometer los destinos de la central apoyando el plan de desarrollo del Gobierno, muy ligado a los planes de la OCDE, y seguimos creyendo que la formación marxista y con perspectiva de clase – y no solo de género- es fundamental.

 

¿Qué hacer ahora? Partir de las redes creadas y retomar el camino

No todo es perdido, los diagnósticos y datos presentados por las compañeras en las tesis, así como las relatorías del Congreso son importantes insumos para continuar, y las redes y lazos creados en el Congreso son punto de partida para desarrollar un trabajo a fondo por ampliar la sindicalización femenina, y crear las garantías para promover a las mujeres sindicalistas como líderes, combatiendo el machismo dentro de la central y en cada lugar de trabajo.

Sin embargo, creemos que la democratización y las garantías para que las mujeres participemos, tienen que ir mucho más allá de simplemente cuotas o paridad, cambios de estatutos, etc.   En cada sindicato de la central debe existir la comisión o departamento de la mujer, y desde allí organizar medidas concretar para participar, incluyendo guarderías para los hijos pequeños, etc.

 

Proponemos que el departamento de la Mujer de la CUT, tome como propia la campaña contra la violencia machista en los lugares de trabajo, a propósito del caso de las obreras del atún, para eso proponemos hacer encuentros regionales de mujeres trabajadoras donde se pueda identificar las realidades que existen, y avanzar en planes de lucha y organización.

En estos espacios creemos que se debe garantizar la participación de las afiliadas a sindicatos pequeños, excluidas por las reglas antidemocráticas del Congreso, igualmente que se voten los planes y las decisiones. Trabajando por un siguiente Congreso más democrático.  El método cada vez más burocrático con el que se conduce la central en su conjunto – y que no es exclusivo de los hombres, sino que también se manifiesta en las mujeres que dirigen-  se convierte también en una talanquera, en un obstáculo para que las mujeres puedan participar, desarrollarse, formarse y convertirse en dirigentes.

Por Comisión de la Mujer PST

publicado en ES 753 abril-mayo 2024

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