#1DeMayo Por salud, trabajo, y pensiones dignas: movilización independiente del Gobierno y la burguesía

Un nuevo primero de mayo llega, y con él una ocasión propicia para reflexionar sobre las reivindicaciones históricas y urgentes de la clase trabajadora y los desposeídos, así como de los métodos para conseguirlas. Este 1 de mayo es distinto, por el tipo de Gobierno que tenemos, que aparenta ser aliado de nuestros intereses. Hoy más que nunca es indispensable recuperar la independencia de clase, y recuperar los métodos de lucha obreros, tenemos que movilizarnos de manera independiente del Gobierno y la burguesía, llámese uribista, santista, etc., quienes solo buscan instrumentalizar las movilizaciones y nos ofrecen por caminos diferentes el mismo callejón sin salida: la continuidad del decadente capitalismo, los unos con su cara cruenta, los otros con su máscara más amable.

El Gobierno de Petro está lejos de haber conseguido paliar la situación cada vez más precaria, o de resolver los problemas urgentes como salud, trabajo, pensiones y libertades democráticas. Poco a poco las expectativas se van diluyendo, las grandes y altisonantes promesas de acabar con las EPS (EPS: Empresa promotora de salud, cambiarían de nombre si se aprueba la reforma), con las AFP (AFP: Administradoras fondos pensiones, negocio privado de las pensiones) y el ESMAD quedan en el olvido, y las anheladas reformas del cambio se convierten en proyectos de ley diseñados para caber en la “horma” del establecimiento, para caber en la legislación burguesa y los límites del régimen. Estas reformas, ya tibias cuando se presentan, poco a poco van siendo más recortadas en las negociaciones y concertaciones por arriba, a espaldas de los trabajadores y las masas. Algunas, como la de la salud, han perdido casi completamente sus pocos aspectos progresivos, otras como la pensional son directamente una amenaza a derechos adquiridos y nada tienen que ver con una reforma progresiva.

EL Gobierno intenta aprovechar la movilización del 1 de mayo, para buscar respaldo a sus reformas, pero la realidad es que estas no apasionan más que a sus cercanos seguidores. Si bien, no se puede hablar de una crisis del Gobierno, la verdad es que del entusiasmo de los primeros meses queda poco. Ni siquiera las próximas elecciones locales entusiasman. Ya está en marcha una campaña electoral dominada por el nepotismo, el clientelismo, alianzas para sumar votos sin criterios programáticos, y sin mucha representación de las bases que ayudaron a subir al Gobierno, incluso desde el Pacto Histórico.

Los tropiezos del Gobierno y la apatía son aprovechados diariamente por el ala reaccionaria de la burguesía, que desde la oposición de derecha tratan de capitalizar los síntomas incipientes de descontento y aprovechan para organizar la contraofensiva. A nivel de la empresa privada, aprovechan para desatar una arremetida fuerte contra los trabajadores con despidos, prácticas anti sindicales, aumento de la explotación con mayores jornadas, etc. Por su parte, la carestía no da un día de tregua y el salario cada día alcanza para menos.

A nivel mundial, arrecia la crisis económica, social y ambiental; desempleo, hambre y represión son el resultado de la tendencia a estanflación, y se combinan con los efectos de la invasión de Putin en Ucrania. Mientras por arriba los planes de paz y los lucrativos planes de reconstrucción para la devastada Ucrania implican el desmembramiento del territorio y la disputa entre el sometimiento al imperialismo europeo y norteamericano y la política anexionista de Putin. Sin embargo, la resistencia militar a la invasión, protagonizada por la clase obrera en armas, se niega a rendirse y lucha heroicamente por la liberación nacional. Pero no sólo se enfrenta a los invasores rusos, sino que enfrenta al propio Zelensky que intenta golpearlos y desarmarlos. El apoyo a la resistencia obrera ucraniana es un deber de la clase obrera internacional, y desde el PST y la LIT-CI seguimos apoyándolos resueltamente, por su triunfo.

La clase trabajadora europea muestra el camino con importantes luchas como las huelgas de Gran Bretaña, las enormes movilizaciones en Francia contra la reforma pensional de Macron y la heroica resistencia obrera en Ucrania contra invasión Rusa. Los pueblos del mundo resisten la ofensiva imperialista, mientras tanto el Gobierno de Petro celebra acuerdos y relaciones con Biden, que en cualquier otro gobierno habrían sido rechazados por la “izquierda”, así mismo somete sus planes a los designios de la OCDE, el BID y el FMI. Por eso decimos que Petro va de la mano del imperialismo.

Pero también las movilizaciones en Perú contra el gobierno ilegítimo y sanguinario de Dina Boluarte muestran no sólo la heroica voluntad de lucha del pueblo peruano, sino los límites y contradicciones insalvables de los gobiernos de colaboración de clases: traicionan a los trabajadores y el pueblo explotado y oprimido para cuidar sus alianzas con la burguesía, para luego ser traicionados por esa burguesía que en un momento los sostuvo.

Así pues, si queremos conseguir nuestras reivindicaciones pendientes, si queremos echar fuera a las EPS y conseguir un sistema de salud digno, si queremos trabajo formal y salario que cubra al menos la canasta familiar, si queremos echar fuera las AFP, pensionarnos y que no nos obliguen a cotizarle a los privados, el camino tendrá que ser recuperar la independencia de clase, la organización y la movilización. No será ni siguiendo a la cínica oposición burguesa de derecha que vela únicamente por sus intereses, y se opone a que nos otorguen así sea migajas; pero tampoco siguiendo al Gobierno que quiere mantener las EPS, favorecer las AFP y que ha sido incapaz de desmovilizar al ESMAD. Tampoco será confiando el corrupto congreso que está plagado de criminales y enemigos de la clase trabajadora, ni siquiera los parlamentarios supuestamente de izquierda son de fiar, insistimos en que no conseguiremos en el congreso lo que no se consiga en las calles.

Pero no todos los sectores sociales están adormecidos, muchos continúan luchando pero de manera desarticulada. Trabajadores de empresas privadas como los de transporte de valores, trabajadores de la industria de alimentos, de la educación y del transporte, entre otros protagonizan agudas luchas contra las patronales. Las mujeres, en especial las más jóvenes, luchan aguerridamente contra la violencia machista. Indígenas y campesinos enfrentan al ESMAD y el ejército en sus territorios en la lucha por la tierra, así como a poderosas multinacionales. Los maestros y estudiantes continúan -a pesar de la claudicación de sus direcciones- luchando no solo por sus reivindicaciones sino por el derecho a la educación. En estas luchas está la salida.

Proponemos, organizar un encuentro nacional de sectores en lucha, para unificar los conflictos y elaborar un plan de lucha, en aras de preparar un nuevo paro nacional, única vía comprobada para ganar derechos y derrotar la contraofensiva patronal. Pero para lograrlo también se deben superar las limitaciones del paro de 2021 y avanzar en organización independiente y en derrotar el régimen político, principal obstáculo para cualquier reforma de fondo. Este plan de lucha debe incluir como mínimo la exigencia de medidas contra la carestía y ajuste de salarios, eliminación de las EPS, las AFP y el ESMAD. Igualmente, hay que tejer nuevamente organización desde las bases, y construir una dirección consecuente que logre sobrepasar la actual dirección que es burocrática y entreguista; para esta tarea un primer paso es participar en las elecciones sindicales de la CUT y Fecode apoyando candidaturas clasistas, independientes y consecuentes con la lucha.

¡Viva el 1 de Mayo Internacionalista y Proletario!

¡Fuera las EPS, las AFP y el ESMAD!

¡Vivan las luchas en Inglaterra y Francia!

¡Por el triunfo de la resistencia obrera en Ucrania! ¡Fuera Putin de Ucrania! Fuera OTAN de Europa y el mundo!

¡Organicemos un encuentro nacional de sectores en Lucha!

¡No conseguiremos en el congreso, lo que no se consiga en las calles!

¡A construir y a organizar, el nuevo Paro Nacional!