Colombia Colombia, un país de pobres y endeudado Publicado por: Editor Central el 2 diciembre, 2021 Más en Colombia: #21N: reivindicar el camino de la lucha y retomar los objetivos del estallido social 20 noviembre, 2024 Editorial: Inundados y con sed 15 noviembre, 2024 Ante la crisis fiscal, ¡NO al pago de la deuda externa! 6 noviembre, 2024 Por RC Por más pantalla y discursos demagógicos de Iván Duque queriendo pasar como el presidente de un país del primer mundo, el Banco Mundial, acaba de publicar un informe en donde señala que Colombia es el segundo país más desigual de América Latina y el más desigual de los países de la OCDE, organización a la que ingresó hace pocos años. La pandemia no justifica todo Desde que comenzó la pandemia, nuestra corriente internacional ha venido señalando que esta coyuntura, sumada a la crisis económica capitalista que viene desde 2008 y que no ha sido superada, provocaría más miseria a la ya empobrecida clase trabajadora y sobre todo a sus sectores tercerizados y precarizados. Y esto se preveía porque los gobiernos en todo el mundo privilegiaron salvar a los empresarios y a la economía capitalista, a costa como siempre de la clase trabajadora y los sectores informales. Iván Duque pasará a la historia como uno de los gobiernos en los que la brecha de la desigualdad y la pobreza aumentó a niveles indignantes pues sus planes desde antes de la pandemia ya lo adelantaban, y esta desigualdad social fue la que motivó los paros nacionales de noviembre de 2019 y de abril-mayo de este año. Duque quedó marcado como el presidente al que los trabajadores y el pueblo, le hicieron dos “parazos” súper masivos, precisamente producto de la indignación por sus políticas que han provocado el crecimiento de la pobreza, el desempleo y más de 125 mil muertes por la pandemia pésimamente manejada. Según el DANE, la pobreza monetaria define a las personas que para 2020 tenían un ingreso mensual de 331,668 pesos y la pobreza extrema a quienes tenían un ingreso mensual de 145.004 pesos. Esto ni siquiera es pobreza, es miseria. Entonces, para el DANE los trabajadores de salario mínimo que no alcanza a cubrir la canasta familiar básica, no son pobres ¡Qué cinismo! Por supuesto el DANE al servicio del Estado y este como aparato de los empresarios, banqueros, terratenientes y grandes comerciantes, nacionales e imperialistas dejan ver su talante y para calmar su conciencia mienten cuando afirman que sin ellos los pobres no tendrían que comer porque “gracias a dios les dan trabajo”. La realidad es completamente al revés: gracias a la explotación de la clase trabajadora, a que se apropian del producto de su trabajo y lo venden como mercancías, los capitalistas amasan sus grandes fortunas, y provocan día a día el crecimiento de una brecha cada vez más profunda entre una minoría de multimillonarios y una enorme mayoría de pobres y miserables. En 2019, 3,6 millones de personas engrosaron la cifra de pobreza pasando de 17, 4 millones a 21,02 millones en 2020. A su vez la pobreza extrema pasó de 4,68 millones en 2019 a 7,47 millones de personas el año pasado. Es decir que el 57,6 de la población colombiana vive con ingresos por debajo de 331 mil pesos mensuales. Estas tasas de pobreza son significativamente más altas en sectores como los campesinos jornaleros, los afrodescendientes, los jóvenes, los migrantes y las mujeres. Sumemos a esta situación que el desempleo en abril de 2021 se ubicó en 14.2% golpeando más a las mujeres. Inflación y devaluación En lo que va corrido del 2021, el peso es la moneda más devaluada del mundo frente al dólar, con una caída del 14,2 %. Esto significa que en un país con una balanza comercial en la que es más lo que importa que lo que exporta y todo se traduce a dólares, los precios de todos los artículos suben y son trasladados de inmediato al consumidor pues los empresarios nunca pierden. Así según el DANE, la inflación a septiembre de este año llegó a 4,33%, pero todos sabemos que estas cifras son manejadas políticamente cuando de aumento en los salarios se trata. De manera que, al miserable aumento para este año que no compensó la pérdida del valor adquisitivo del año pasado, hay que sumarle la inflación de este año lo que plantea en la realidad una subida del costo de la canasta familiar por lo menos del doble de lo que reconoce el gobierno. Por eso el gobierno retoma su plan de ajuste fiscal para descargarlo sobre los trabajadores del sector estatal. Pero los efectos de esta crisis económica no paran ahí. Cuando el dólar sube todos los préstamos que hace el gobierno y los empresarios privados sube en intereses y en capital, lo que aumentó la deuda externa total el 7,2% de junio del año pasado a junio de este año. El aumento de la deuda fue de 10.649 millones de dólares, deuda que por distintas vías se la cobran a la clase trabajadora. La deuda externa pública y privada hoy asciende a más de la mitad del Producto interno bruto es decir que, de lo que produce el país, la mitad se va en pagar a los usureros de la banca mundial y nacional. Podemos afirmar literalmente que Colombia es un país no solo de pobres sino endeudado. Retomar la lucha, la movilización y el paro Es un hecho que la política de poner la economía capitalista por encima de las necesidades provocadas por la pandemia, ha agudizado la desigualdad social a niveles alarmantes, generando una profunda crisis social. Este deterioro acelerado del nivel de vida y el crecimiento del desempleo, es lo que explica a su vez el aumento de la delincuencia común. Pero los gobiernos y los ricos solo conocen como respuesta- a estos flagelos causados por el sistema que les provee sus fortunas- la represión. Está visto que solo la movilización masiva de los de abajo le puede poner freno y derrotar a los de arriba, como se comprobó en el último paro. Pero no fue suficiente y por lo tanto tenemos que retomar la organización por abajo y la construcción de organismos democráticos que realmente nos representen para poder volver a tomarnos las calles. Lamentablemente, muchas organizaciones que participaron en el paro hoy han puesto su fuerza al servicio de las elecciones y no las elecciones al servicio de la lucha como debe ser si queremos avanzar en nuestros objetivos de conquistar una sociedad en donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres. Ese es el camino. Post Views: 999