Colombia, Declaraciones, Internacional Ingreso de Colombia a la OCDE y la OTAN: Las herencias de Santos profundizan el sometimiento al imperialismo Publicado por: Administrador el 9 julio, 2018 Más en Colombia: #21N: reivindicar el camino de la lucha y retomar los objetivos del estallido social 20 noviembre, 2024 Editorial: Inundados y con sed 15 noviembre, 2024 Ante la crisis fiscal, ¡NO al pago de la deuda externa! 6 noviembre, 2024 Hacia finales de mayo, mientras la represa de Hidroituango estaba a punto de desbordarse, y la campaña electoral se encontraba en su máximo punto de polarización, Santos en su última correría por Europa, alegremente dio dos anuncios largamente anhelados por la burguesía colombiana: El ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la oficialización de Colombia como Socio Global de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El nuevo gobierno de Duque hereda estas dos decisiones que profundizan el sometimiento de Colombia al imperialismo. Autor: Comité Ejecutivo PST ¿Qué es la OTAN? La OTAN es un tratado militar suscrito por las potencias imperialistas de Estados Unidos y Europa occidental luego de la segunda guerra mundial. Este tratado tenía el objetivo de contener el avance del ascenso revolucionario luego de la derrota del nazismo en el este europeo, y constituyó la principal alianza de carácter militar del imperialismo. Este pacto fue respondido por la Unión Soviética con el Pacto de Varsovia, en el que la burocracia estalinista comandada por Nikita Jrushov hizo un acuerdo militar con sus aliados, con el que consolidó su influencia en los nacientes estados obreros. Luego de la disolución de la URSS en los noventa, el Pacto de Varsovia fue disuelto y la OTAN pasó en consecuencia a ser la alianza militar más poderosa del mundo. Desde ese momento la OTAN paso de ser un arma disuasiva del imperialismo a un instrumento de intervención y agresión militar. Desde los años noventa la OTAN ha participado en acciones militares garantizando los intereses del imperialismo en la antigua Yugoeslavia, en Afganistán, en Irak. Del Plan Colombia a la OTAN La entrada de Colombia en la OTAN viene de un largo proceso de relaciones estrechas con el imperialismo yanki en el terreno militar. No hay que olvidar que con el Plan Colombia y la excusa de la lucha contra el narcotráfico, Colombia pasó a ser el tercer país con mayor ayuda militar estadounidense, sólo por debajo de Israel y Egipto. Gracias a esto y al proceso de modernización y profesionalización de las fuerzas armadas, lograron golpes importantes a las guerrillas, especialmente a las FARC, a las que fueron golpeando hasta obligarlas a la negociación de su desarme. Álvaro Uribe Vélez en su primer gobierno, con la política de la “Seguridad Democrática” buscó estrechar las relaciones militares con Estados Unidos ante la compra de armamento a Rusia por parte del gobierno venezolano de Hugo Chávez, y en respuesta, Uribe empezó a buscar el ingreso de Colombia a la OTAN. Ya en el 2013, bajo el gobierno de Santos empezó la cooperación efectiva, con el entrenamiento de miembros de las fuerzas armadas colombianas en academias militares de Alemania e Italia. Pero a partir de 2015 las relaciones de Colombia con la OTAN fueron más allá del entrenamiento. La Armada de Colombia participó en operaciones en África contra la piratería marítima. La tarea bien hecha de Santos como agente del imperialismo, en el terreno militar, dió sus frutos. El buen alumno, es admitido en el círculo de confianza del imperialismo. El presidente Juan Manuel Santos, Nobel de Paz, es quien termina formalizando la entrada de Colombia como Socio Global de la OTAN, lo que significa que es el primer estado de América Latina que ingresa a este tratado. Esto significa que Colombia estrechará lazos de cooperación militar, sobretodo en el intercambio de información de inteligencia, entrenamiento y tecnificación de las fuerzas Armadas, y la “exportación” de la experiencia militar de más de 50 años combatiendo a las guerrillas y ejerciendo violencia contra la población, experiencia altamente valorada por la actual doctrina militar del imperialismo enfocada en la llamada “guerra contra el terrorismo”. Pero las consecuencias del ingreso de Colombia a la OTAN van más allá de intercambio de información y entrenamiento. A nivel interno, se profundizará la doctrina de la lucha contra el terrorismo ejercida por Estados Unidos y sus socios, política que incluye no sólo el combate a las organizaciones y países enemigos de Estados Unidos, sino que procesos como las migraciones, los movimientos sociales son también percibidas como amenazas terroristas. En tiempos de supuesto postconflicto, en vez de reducir el aparato militar, este será cada vez más tecnificado, y dirigido a enfrentar tanto las amenazas internas como a ser mecanismo de disuasión para los pueblos vecinos. Colombia ha sido conocida en el continente como “el Israel de América Latina” por ser el país de confianza de Estados Unidos en una región inestable políticamente, en la que en las últimas décadas han caído gobiernos, y han existen gobiernos que no son de plena confianza del imperialismo. En ese marco el Estado Colombiano, como socio global de la OTAN, se convierte en una amenaza para todos los pueblos de América Latina. OCDE: ¿Buenas prácticas con los trabajadores? La OCDE es un organismo internacional multilateral encabezado por el imperialismo norteamericano y sus aliados estratégicos, entre ellos Israel. Su objetivo es promover políticas en los países miembros que garanticen la aplicación de planes políticos y económicos comunes a largo plazo, en función de los intereses económicos de la burguesía manteniendo la división mundial del trabajo entre países, que favorece por supuesto a la burguesía de los países imperialistas. Para aceptar la adhesión de Colombia como miembro pleno de la OCDE, se requirió un proceso de permanente seguimiento y evaluación por parte de los demás países miembros en cabeza de Estados Unidos, de la implementación de políticas públicas que se han definido por el organismo como “buenas prácticas”. Salud, educación y pensiones en jaque En el informe “Revisión de políticas nacionales de educación, la educación en Colombia”, se evalúan las políticas y prácticas colombianas en materia de educación, las compara con estándares establecidos por la OCDE y las orienta para enmarcarlas en aquellos estándares. De manera similar sucede con el informe sobre Salud del 2015. El balance de estas dos evaluaciones es similar para la OCDE: los gobiernos de la última década han venido aplicando políticas sobre estos dos sectores, las cuales son calificadas como positivas, y a pesar de reconocer limitaciones, propone profundizar en la aplicación de las mismas y en su eficiencia, es decir de las políticas neoliberales de privatización de los servicios. En pocas palabras: la OCDE considera como buenas prácticas la aplicación de políticas en el sector de la educación como Ser pilo paga, el Acuerdo por lo superior 2034, la implementación de la jornada única, etc., las cuales profundizan la crisis financiera de las universidades públicas, enriquece a las entidades financieras con la proliferación de créditos, le dan vía libre al ánimo de lucro en la educación y someten a los profesores y trabajadores de la educación a peores condiciones laborales, lo que compromete la calidad académica y la educación como derecho1. De igual forma en el sector salud la OCDE considera buena práctica el sistema neoliberal de las EPS, que convirtió el derecho a la salud en un negocio redondo y negligente. Sin embargo, para la OCDE el sector salud y de la educación no es su pez gordo. Una de las buenas prácticas que Colombia tiene que adoptar siendo miembro pleno del organismo, es la reforma pensional, la cual está orientada fundamentalmente en acabar los fondos públicos de pensión fortaleciendo los fondos privados; en aumentar la edad necesaria para acceder a la pensión (de 62 a 67 años, con nivelación para las mujeres), y en aumentar la cantidad de semanas cotizadas para completar un total de 30 años. De esta forma, uno de los pocos derechos que aún conservan algunos trabajadores entraría en profundo detrimento afectando su calidad de vida2. Igualmente se anuncia una reforma a la justicia. La OCDE solo favorece a la burguesía Ahora bien, ¿por qué estas políticas –que ponen en detrimento por lo menos tres derechos de los trabajadores y sus familias: salud, educación y pensión– son consideradas como “buenas prácticas” para la OCDE? Porque efectivamente son buenas prácticas para las grandes empresas nacionales y multinacionales, y para las entidades financieras, son ellos –y no los trabajadores– quienes se benefician económicamente con la implementación de las políticas que orienta la OCDE. No por nada la entrada de Colombia a la OCDE ha sido anunciada con bombos y platillos por la prensa burguesa, el gobierno y los funcionarios del organismo, pues son ellos quienes representan aquellos intereses. En conclusión: la OCDE impulsa buenas prácticas con la burguesía y el imperialismo y no con los trabajadores. De esta manera, bajo el discurso del desarrollo del país, el imperialismo ejerce por medio de la OCDE un profundo control político y económico. Esto junto con la simultánea entrada de Colombia a la OTAN, son las dos caras de la moneda de la política del imperialismo para Colombia. Para la entrada de Colombia a la OCDE han sido fundamental los acuerdos con las Farc, pues con la desaparición de la guerrilla ha aumentado la confianza inversionista; probablemente por orientación de la OCDE la implementación de los Acuerdos de la Habana llegue a “buen término”, por supuesto en función de los negocios. No todo está perdido Lamentablemente el ingreso a la OTAN ha pasado impune. A la burguesía criolla le enorgullece ser Socio Global de la OTAN, por eso desde hace más de un año aprobaron en el Congreso el ingreso de Colombia al tratado. Esto no es extraño teniendo en cuenta la larga historia de subordinación al imperialismo. Ahora, si bien el acuerdo de adhesión a la OCDE ya fue firmado por el presidente Santos, aún falta la ratificación por parte del Congreso para formalizar completamente el proceso. Sin embargo, con una composición mayoritaria de representantes directos de los intereses de la burguesía, probablemente el recién elegido Congreso vote en su mayoría a favor. Es lamentable que quienes deberían comandar la oposición a esta nueva entrega de la soberanía, han pasado de agache. En medio de la campaña electoral, el rechazo a ambos anuncios apenas fueron cuestionados por algunas declaraciones de organizaciones sindicales, organizaciones políticas y de algunos dirigentes y figuras públicas de la izquierda. En el caso del entonces candidato Gustavo Petro se limitó a declaraciones evasivas, sin expresar una posición categórica. Para ser consecuente con el clamor de los millones de trabajadores que lo apoyaron con su voto anhelando un cambio, y con su intención de encabezar una radical oposición desde el Congreso y las calles, debe expresarse rotundamente en contra del ingreso de Colombia a la OCDE y dar la batalla por revertir la adhesión de Colombia a la OTAN apoyándose en la movilización. Es necesario que la conciencia y la acción antiimperialista renazcan en los trabajadores y las masas. No podemos permitir que el imperialismo avance en sus planes económicos y militares, lo que no solo se expresará en un fortalecimiento descomunal de la miseria y la represión en Colombia, sino que significará una nueva amenaza a los pueblos de América Latina, en medio de las crecientes convulsiones en que ni los gobiernos de derecha ni los supuestamente alternativos logran contener las protestas y la movilización contra los ataques al nivel de vida de los más pobres. Igualmente se hace imperativo que el Encuentro Nacional Obrero y Popular que proponemos discuta y vote un plan de acción que incluya la reversión del ingreso de Colombia a la OCDE y la OTAN; frenar las políticas que por medio de ellas se aplican en contra de los trabajadores y la mayoría de la población. Los trabajadores argentinos ya han dado el primer paso al enfrentar en las calle la reforma pensional, es hora de que los trabajadores colombianos salgan a la escena. Post Views: 2.779 Para un análisis mas detallado sobre las implicaciones que trae la OCDE en educación ver: http://www.magazine.pstcolombia.org/2018/02/avanzan-los-planes-del-imperialismo-en-educacion-superior/Para un análisis mas detallado sobre las implicaciones que trae la OCDE en pensiones ver: http://www.magazine.pstcolombia.org/2017/11/contra-la-pension-de-los-trabajadores-la-ocde-lanza-una-bomba-de-profundidad/