Petro, ¡decrete la reforma laboral Ya!

El paro nacional quedó pendiente. Las movilizaciones del 28 y 29 de mayo fueron inferiores a las del 18 de marzo y 1 de mayo, y no hubo paro porque no fue preparado, sino decretado desde arriba.

La lección es que un paro o una huelga no se decretan, se prepara desde las bases de las organizaciones obreras y sociales, y menos que dependa de la agenda del gobierno y de su política de concertación, o que esté al servicio de la campaña electoral.

La participación de las bases también sirve para presionar a las direcciones para que se mantengan del lado de los trabajadores, sin colaborar con el patrón, como fue el caso de la dirección de la ADE en el magisterio de Bogotá que definió no parar; dispuestas a no aflojar una vez la movilización se desate; a conquistar por la vía de la fuerza reivindicaciones y reformas de verdad.

La mejor estrategia para conquistar nuestras reivindicaciones es con la movilización independiente del gobierno, y una política de exigencias al mismo para derrotar a la burguesía. Así, en las próximas elecciones los candidatos deben saber que la población exige el cambio; que el descontento no les da tregua, que luchamos por reformas sociales de carácter radical; que la población no está dispuesta a seguir siendo engañada con discursos de que necesitamos muchos votos para elegir un nuevo congreso o que con un nuevo mandato presidencial, con la vieja maquinaria, vamos a lograr el cambio. Reformas al servicio del pueblo y los trabajadores, solo se podrán lograr en la calle, con el paro nacional de verdad.

Que el Gobierno decrete la reforma laboral

El gobierno, las direcciones de las centrales obreras y las direcciones de las organizaciones políticas que dicen defender los intereses de los trabajadores han gastado tres años insistiendo en concertar en el Congreso las reformas. Esa estrategia ha fracasado y persistir en ella es ir tercamente a un callejón sin salida.

Insistir en la consulta popular para realizar las reformas es un fraude que siempre termina chocando con la pared del Congreso; de aprobarse esta versión de la consulta o de decretarse, habría que vencer la abstención y la campaña de la derecha que podría ser similar a la del plebiscito por “la paz” en 2016; si la votación se hiciera y el resultado fuera afirmativo, igual se tendría que regresar al Congreso para que legisle la implementación de lo aprobado, que dicho sea de paso, no está tan claro, dada la ambigüedad de muchas de las preguntas de la consulta.

Le queda poco tiempo a este Gobierno. Por eso instamos a que sin más vacilaciones, Petro decrete ya mismo las medidas elementales para reivindicar los derechos de la clase trabajadora, a saber:  

  1. Alza general de salarios indexados al costo de la canasta básica y disminución de la jornada laboral para combatir el desempleo.
  2. Prohibición de la tercerización en todos los niveles (rural, salud, aplicaciones, etc.).
  3. Plan de obras públicas y formalización laboral, empezando por el aparato del Estado, apoyado en el no pago de la onerosa y fraudulenta deuda externa para financiarlo.
  4. Exigir que el Congreso expida el Estatuto del Trabajo en cumplimiento del artículo 53 de la Constitución.

Al servicio de estas tareas, las direcciones sindicales deben convocar un verdadero encuentro nacional de emergencia (no una reunión donde hablan ellos solos y llevan todo definido), y organizar un verdadero paro nacional de la producción.

Debemos reconstruir nuestras organizaciones, desde los sindicatos hasta las asambleas populares; para continuar luchando por un cambio real que solo vendrá con un gobierno obrero, campesino y popular, y no a través de las urnas, ni de la concertación con la burguesía, que ya demostró no piensa ceder en nada para impedirnos recuperar derechos o lograr mejores condiciones de vida.

por Comité Ejecutivo PST

11 de Junio de 2025

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