Por un aumento real del salario mínimo y alza general de salarios

La Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales se reúne a partir del 4 de diciembre para concertar el aumento del salario mínimo de 2025. Pero las direcciones de las centrales obreras, que están en esa comisión, no han llamado a la movilización para exigir un aumento real. Confían en la voluntad de los empresarios y en los buenos oficios del gobierno. Así, ya de entrada, vamos perdiendo.

Solo están pagando el 48% del valor de la fuerza de trabajo

El salario mínimo en Colombia en 2024 es de $1.300.000 (310 dólares), pero el costo de la canasta básica es de $2.730.000, según Portafolio, diario de la burguesía. Es decir, que la fuerza de trabajo se está vendiendo por solo el 48% de su valor. A cada trabajador de salario mínimo le quedan debiendo $1.430.000. Que quedan debiendo, es un decir, porque como no lo pagan, se suma a la apropiación de la plusvalía que producimos los trabajadores. Esa es la fórmula de la ganancia de los capitalistas.

Exijamos un aumento real y general de salarios

Luchar por un aumento real del salario significa hoy, exigir que el ajuste sea por encima de la inflación; que no sea simplemente un aumento nominal que no alcance para cubrir el costo de los productos básicos necesarios mes a mes en los hogares de los trabajadores; y que además sin congelación de precios es un aumento ilusorio. Ya es costumbre que el valor de los productos de la canasta básica queda indexado al aumento del salario mínimo, razón por la cual, en años anteriores, especialmente con los gobiernos del uribismo, hubo una disminución real del salario, lo que significa que hay una deuda histórica con los trabajadores que aún no se ha saldado.

Si se hace la cuenta en dólares, podemos observar cómo el salario de los colombianos en realidad se ha ido depreciando aun cuando parezca que aumenta. En 2013 el salario mínimo en Colombia era de 315 dólares, en 2020, durante la pandemia, cayó a 239 dólares, hoy es de 335 gracias a lo conquistado con el paro nacional y ascenso social. Es decir, en 10 años aumentó 20 dólares, lo cual es un aumento mínimo a pesar de que nominalmente se haya casi triplicado, esto por la depreciación de nuestra moneda.

Más aún, nuestra exigencia debe ser por un aumento general de salarios, no solo del salario mínimo, porque si bien en muchas empresas el aumento del mínimo es usado como referencia para todos sus trabajadores, para los que ganan un poco más de este monto la legislación laboral actual no obliga al incremento anual, es decir, este queda dependiendo de la voluntad de su patrón, que generalmente es mísera y siempre acude al chantaje de despido ante las justas reclamaciones de aumento.

Por lo tanto, el aumento del salario mínimo solo beneficia de manera directa a 2.200.000 trabajadores, de los 9.500.000 asalariados que hay en el país; para los demás, es solo un punto de referencia, que los patrones suelen usar como porcentaje máximo y nunca como porcentaje mínimo de aumento.

De otra parte, el solo aumento de los salarios será insuficiente, mientras no se complemente con una política de congelamiento de precios de los productos de la canasta básica, especialmente de los alimentos, ya que sin esto cualquier aumento de salarios será absorbido inmediatamente por la tendencia alcista de precios de la economía colombiana que se da por la decisión mezquina de la burguesía de “recuperar” de inmediato el aumento del salario, trasladándolo a los precios, pero que no obedece a ninguna ley natural ni siquiera económica.

Lo que no conquistemos en la calle no lo conseguiremos en la comisión de concertación

El hecho de que en Colombia a los trabajadores solo nos estén pagando el 48% del valor de la fuerza de trabajo, es producto de la política de concertación que impulsan las direcciones de las centrales obreras (CUT, CGT, CTC, etc.) y ahora el gobierno de Petro. Lograr que nos paguen el valor real de la fuerza de trabajo depende de la fuerza que tengamos los trabajadores para imponerlo. Con la experiencia de la clase trabajadora en el mundo, y en Colombia con el paro de 2021, ha quedado claro que eso solo lo lograremos con la movilización masiva. Pero eso requiere que las direcciones de las centrales obreras dejen de confiar en la negociación y concertación con los empresarios y convoquen a la movilización.

Consecuentemente, para que esta movilización sea unificada y contundente, proponemos la convocatoria de un Encuentro Nacional Obrero y Popular, para votar un paro nacional que exija un aumento real y general de salarios y el salario mínimo igual a la canasta básica.

Partido Socialista de los Trabajadores

29 de noviembre de 2024

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