Por un aumento real del salario mínimo

En noviembre de cada año comienza a reunirse la Comisión de Concertación de Políticas Laborales para discutir el aumento del salario mínimo del siguiente año. Como dirían los sindicalistas, se discute la mayor “convención colectiva” del país que regirá para más del 9.9% de la Población Económicamente Activa (unos 2.200.000 trabajadores), según estadísticas que maneja el DANE y el Ministerio del Trabajo. Pero estas mismas instituciones estiman que 10.000.000 de trabajadores no devengan ni el salario mínimo legal vigente en Colombia.

En estas reuniones participan la ministra del trabajo, representantes de los gremios económicos y representantes de las centrales obreras más importantes del país, ninguna de esas personas vive con un salario mínimo de $1.300.000, que según Portafolio, solo cubre el 48% de las necesidades básicas de un trabajador soltero, cerca de $2.730.000. La consultora Living Cost, dice que una familia de cuatro personas necesita como mínimo $4.000.000 para vivir decentemente y cubrir los costos del alquiler, servicios públicos, alimentación y gastos de desplazamiento.

 

Los salarios mínimos en América

Siempre que se discute este tema, los empresarios plantean que el Salario Mínimo Legal Vigente (SMLV) en Colombia es uno de los más altos de América, algo falso puesto que en Estados Unidos es de 7.25 dólares la hora, lo que podría equivaler a unos 1.200 dólares mensuales, aproximadamente $5.000.000 colombianos. Pero en Estados Unidos, en la gran mayoría de los estados, pagan entre 12 y 15 dólares la hora.

Así se paga el equivalente en dólares: Costa Rica US$675, Uruguay US$570, Chile US$521, México US$440, Panamá US$326, Colombia US$310, en el resto de los países pagan menos que en Colombia, con la diferencia de que no tienen a cerca del 50% de la población trabajadora con un salario inferior al mínimo, algo que muestra las condiciones de explotación en que se encuentra la clase obrera colombiana, ya que en países como Brasil o Argentina casi todos los trabajadores ganan más del mínimo.

Proyecciones para el 2025

Según Portafolio, el salario mínimo en Colombia podría ser de $1.449.500 o 1.500.200, dependiendo de las propuestas de las centrales obreras; esto es entre un 11.5% y el 15.4%, pero el ministro de Hacienda, un neoliberal a ultranza en el gobierno de Petro, proyecta que la inflación en diciembre de 2024 cerrará en un 5.5% y si se aplica la misma fórmula del año pasado, que le sumó un 3% a la inflación, el aumento sería del 8.5% lo que dejaría el SMLV en $1.410.000.

Por un aumento real

Con ese aumento miserable, un trabajador soltero, solo alcanzará a cubrir el 50% de sus necesidades, y lamentablemente la mayoría de los dirigentes de las centrales dirán que fue un gran aumento porque subirá unos pocos puntos por encima de la inflación. Basta recordar que el aumento del salario mínimo en 2022, después del Paro Nacional, con el gobierno de Duque, subió 14.62%, mientras que los resultados de la inflación fueron del 6.94%, es decir, más de 7% por encima de la inflación. Esto lo hicieron para tratar de aplacar la protesta nacional que sacudió este país y que permitió que por primera vez en la historia de Colombia fuera derrotado un paquetazo de medidas antipopulares.

Ese es el camino que hoy tenemos que recuperar para poder lograr un verdadero aumento en el salario mínimo, y no contentarnos con las migajas, porque lo único que genera un verdadero aumento del salario es un bajón en la tasa de ganancia que tienen los capitalistas y una baja en el consumo suntuario. Por eso la discusión sobre el aumento del salario mínimo no es técnica, sino política, y en esto tienen mucho que ver la concepción con la que van a esas mesas de concertación los dirigentes de las centrales obreras.

Los socialistas le planteamos a los trabajadores que podemos lograr un buen aumento que recupere al menos el 80% de lo que necesitan los trabajadores para subsistir. Ese camino ya lo empezamos a caminar con la experiencia del Paro Nacional de 2021 donde salimos masivamente a protestar. Lamentablemente, hoy la mayoría de las direcciones políticas y sindicales siguen esperanzadas en que el gobierno de Petro nos va a dar algunas migajas en las mesas de concertación y no el aumento salarial que los trabajadores demandamos.

Es necesario que las direcciones de las centrales obreras y los partidos políticos que se reclaman del campo de los trabajadores llamen a plenarios de dirigentes políticos y sindicales para hacer un verdadero plan de lucha por un real aumento del salario mínimo. Este plan debe llamar a asambleas de todos los sindicatos y a los habitantes de los barrios populares, a organizar plantones en las principales vías del país y si es necesario convocar a un paro nacional, donde no solo se plantee la necesidad de un aumento del salario mínimo, real, sino el cese de la tercerización laboral, medida que hoy están implementando los patrones para seguir violando los derechos de los trabajadores. Como parte de un aumento real del salario, es necesaria una rebaja en todos los servicios públicos; que dejen de ser negocio y se estaticen. El aumento se debe acompañar de la congelación de precios de los alimentos y artículos de la canasta básica, para que no se esfume en el primer mes.

Todas las organizaciones sindicales debemos reunir con carácter de urgencia la junta directiva y, de ser posible, la asamblea de los trabajadores, para discutir el monto en que debe ser reajustado el salario mínimo, pronunciarnos y exigir la movilización.

Cal Kestis

Publicado en El Socialista 756 noviembre-diciembre 2024

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