Salario Mínimo igual a la Canasta Familiar y Subsidio al Desempleo

Una vez más, por esta época se reunirán el gobierno, los empresarios y la dirección de las centrales obreras en la inocua mesa de concertación laboral, para definir el monto del salario mínimo para el año 2021.

Autor: Comité Ejecutivo Partido Socialista de los trabajadores

Este año, los trabajadores especialmente golpeados por la crisis económica que se venía desarrollando antes de la pandemia por covid 19 y que se agudizó dramáticamente con la aparición de esta, han recibido la más despiadada profundización de medidas contra los salarios, la estabilidad laboral y su economía familiar, proveniente de la cascada de decretos del gobierno, expedidos en nombre de la emergencia sanitaria. O por la autorización del ministerio de trabajo de enviar a centenares de trabajadores a licencias no remuneradas, cuando no directamente despedidos.

De manera demagógica, el Gobierno ha venido presionando la reapertura económica con la excusa de salvar los empleos. Nunca ese tipo de medidas han mejorado el empleo, ha habido medidas contra el “salario social” que recibíamos los trabajadores por la vía de los subsidios a servicios públicos o exoneración de impuestos. Posteriormente vino la extensión de la jornada diurna para eludir el pago de horas extras, la generalización de los contratos por Orden de Prestación de Servicios (OPS) y la tercerización laboral para desconocer las prestaciones sociales. Todas esas contrarreformas se aplicaron con el argumento de incentivar el empleo, pero en realidad sólo sirvieron para que los capitalistas se apropiaran de una mayor parte de la riqueza producida socialmente. Colombia es hoy uno de los países de mayor desigualdad social del mundo, la informalidad laboral ha continuado y las condiciones de vida de los trabajadores han empeorado.

La verdad es que trata de salvarle las ganancias a los grandes empresarios capitalistas. Una pequeña muestra de ello son los recientes días sin IVA que facilitaron millonarias ventas de mercancías suntuarias en almacenes de grandes superficies, propiedad de contribuyentes con la campaña electoral de Duque. En el mismo sentido, el pretendido préstamo a Avianca por 370 millones de dólares, mientras que miles de familias han sufrido penurias para conseguir cómo alimentarse, y los habitantes de San Andrés y Providencia, dejados a merced de la caridad pública.

Por otra parte, el desempleo alcanzó cifras históricas, por encima del 20% y lo pocos empleos recuperados se han enmarcado en las condiciones establecidas por el decreto 1174. Esto es, con pago por horas, con jornadas laborales duplicadas, con reducción de salarios.

Varios han sido los anuncios de nuevas medidas contra los trabajadores, en nombre de la mentirosa defensa del empleo, tales como el pago del 80% del salario mínimo, o el anuncio soterrado de rebajar el salario mínimo con la falaz afirmación del ministro Carrasquilla, que el de Colombia es de los salarios mínimos más altos del mundo.

En todo caso, la política del gobierno se sintetiza en descargar sobre los trabajadores y sus exiguos salarios, la crisis de la economía capitalista, por un lado, reduciendo aún más sus ingresos y por otro lado dejando a su suerte a miles de desempleados.

Entre tanto la alta dirigencia de las centrales busca afanosamente que sentarse en la mesa de concertación laboral para negociar su cacareado pliego mínimo de emergencia, que definitivamente no recoge las demandas mínimas de los trabajadores y busca desarrollar su manida política de defensa de los medianos y pequeños empresarios nacionales, con el mismo discurso del gobierno, de defender el empleo, agregándole un bonito nombre: trabajo decente.

La burocracia sindical cada año se sienta en las mesas de concertación legitimando el robo a los trabajadores en nombre de todos, cuando no representan ni al 5% alegando la «autonomía de la central» cuando se les critica, exijamos que no asistan a esas mesas de la entrega y en cambio convoquen luchas y una campaña masiva de sindicalización, exhortamos a los sindicatos clasistas a votar resoluciones en este sentido y enviarlas.

Desde el Partido Socialista de los trabajadores, recogemos la consigna de los trabajadores italianos, plasmada en un artículo anterior: “Trabajar menos, trabajar todos, producir lo necesario, redistribuir todo “, al tiempo que proponemos que la cifra de salario mínimo sea igual al costo de la canasta familiar y que haya un subsidio al desempleo.

Obviamente, esto no se conseguirá en la mesa de concertación. Si las direcciones de las centrales obreras son consecuentes, deberán llamar a los trabajadores a las calles para luchar por este propósito. Irónicamente, ninguno de los que negocia el salario mínimo, devenga salario mínimo. Todos tienen ingresos entre 4 y 10 salarios mínimos y pretenden que los trabajadores y sus familias sobrevivan con un mísero salario.

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