Rito Alejo del Río libre por cuenta de la JEP

En el 2016 nuestro partido, fue parte de una campaña que proponía votar en el plebiscito «ni por el sí, ni por el no, sino por una constituyente». Uno de los motivos por los que no llamamos a votar por el sí, era que se constituía con la JEP un pacto de mutua impunidad. Eventos recientes confirman esta hipótesis. Compartimos para nuestros lectores este artículo del profesor Jorge Salcedo quien fuera uno de nuestros compañeros de campaña.
Autor: Jorge Salcedo
 En medio del debate electoral para aprobar el plebiscito refrendatorio hicimos, con el hoy candidato presidencial,  Jaime Araujo Rentería y otros consecuentes amigos y amigas campaña por la anulación consciente del voto ante los terribles contenidos del acuerdo de La Habana. En la pedagogía de nuestra postura  –  muy mal recibida por sectores de la  «falsa izquierda»  como la llama Ricardo Pérez  – demostramos  que se pactaba impunidad para militares de alto rango que saldrían libres y con amnistía disciplinaria y fiscal a pesar de los graves delitos cometidos,  a cambio de nada. Ni Rito Alejo Del Rio ni ningún otro militar o paramilitar confesará más de lo que el estado  les haya demostrado en la justicia ordinaria porque  la JEP será un eunuco en materia investigativa. La  estrategia de búsqueda de verdad –  montada simplemente en la delación para enfrentar   estructuras de poder cohesionadas  bajo la doctrina militar de  la «Seguridad  Nacional » y el «espíritu de cuerpo» forjados  desde la  eliminación física  de Jorge Eliecer Gaitán,   el genocidio de sus seguidores y   la posterior participación militar en la inacabada guerra de Corea –  será  fatalmente ineficaz.

En medio del debate,  el caso del «pacificador»  Del Rio  se volvió emblemático y se   advirtió a los que votaban por el «SI» que con su voto pondrían en la calle a este asesino, pero no nos escucharon. Se señaló  que lo correcto, lo revolucionariomente ético,  era que las FARC  negociaran, desde su postura de rebeldes y delincuentes políticos,  su amnistía a cambio de dejar la lucha armada sin involucrar  en su negociación  la impunidad de las fuerzas armadas y demás actores del conflicto porque tal actitud implicaba la entrega del sagrado derecho a rebelarse,  que en lo jurídico se concreta en que los indultos y amnistías solo sean viables para los delincuentes  políticos y nunca para los criminales del  estado que desde su postura de garantes y agentes  de un «estado de derecho» y desde sus  privilegios militares, políticos,  económicos  y sociales deben tener  estándares de responsabilidad diferentes a los de los delincuentes políticos.

La libertad  de Del Rio es la prueba de que se pervirtieron los conceptos y de que vendrán cosas peores. La negación del genocidio que se comete contra la Unión Patriótica está pactada y se concretará en que no será objeto de investigación especial ni se tendrá como delito a investigarse el específico de  genocidio político. ¿Alguna duda al respecto? Esto ya lo hizo la Fiscalía a cargo del ahora magistrado Ramelli quien siendo Director de la Unidad de Análisis  de Contexto del ente investigador (que si tiene dientes)  no consideró la eliminación sistemática de la UP  como lo que es: un genocidio político;  sino como un simple acumulado o una sumatoria de casos victimizantes contra individuos de la UP,  en la que solo los personajes «emblemáticos», escogidos a dedo, han merecido que sus casos individuales se declaren como de lesa humanidad y no todo el genocidio, como debe ser.

Jorge Salcedo

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