¡Por verdaderas medidas para afrontar la violencia escolar y el fin de todas las normas homofóbicas y machistas de los manuales de convivencia en los colegios!

Desde hace varios días en Colombia se viene impulsando una verdadera cruzada homofóbica y machista proveniente de los sectores más retardatarios y reaccionarios de la sociedad, que valiéndose de un mensaje de odio y de informaciones engañosas y malintencionadas, han movilizado a miles valiéndose de los prejuicios y la ignorancia que durante siglos se ha mantenido sobre la población.

Autor: Partido Socialista de los Trabajadores, 16 de Agosto de 2016.

Lo que aparecía como una defensa del derecho de los padres a controlar la educación sexual de sus hijos, en realidad no es más que una cruzada contra el derecho democrático de los niños a no ser discriminados, oprimidos ni agredidos por cualquier condición, entre ellas la orientación sexual y la identidad de género. Con gritos de batalla que parecen emanadas de los departamentos de propaganda nazi como “la colonización homosexual” o “engendros satánicos” los carteles de los manifestantes dejaron claro que más allá de la palabrería y de los miles de insultos machistas y discriminatorios, se esconde una sociedad llena de prejuicios alimentados por la Iglesia Católica y sus socias menores, las iglesias protestantes, los colegios privados y todas las instituciones que promueven las ideologías más reaccionarias.

Ante la evidente decadencia de la moral burguesa y patriarcal, cunde la impotente desesperación por buscar chivos expiatorios para explicar el desmoronamiento de las familias mientras esconde y justifican los crímenes homofóbicos, los feminicidios y todo tipo de agresiones sexuales contra niños y mujeres. Este es el caldo de cultivo para que se propague viralmente la infame creencia de que gays, lesbianas, bisexuales y trans se proponen promover la enseñanza de contenido sexual explícito a los niños y a las niñas. La hipocresía de estos sectores es tal, que uno de sus ideólogos y abogado que asesora colegios para ayudarlos a que no cumplan la Constitución es un condenado por abuso sexual en menor de 14 años.

Por el contrario, la mentada cartilla en realidad era apenas un instrumento para promover algunos criterios en contra de la discriminación en los colegios, para prevenir el matoneo, el maltrato y el suicidio de menores.

Es diciente el comunicado de la asociación colombiana de psiquiatría: «La Educación es un derecho de los niños y el acceso a ella se considera un factor de protección en salud pública. Las orientaciones de género diversas y diferentes a las hegemónicas no se constituyen en enfermedad mental.» En ese sentido el derecho de los padres a educar a sus hijos limita con el derecho de los niños a recibir una educación científica e integral, y la educación religiosa ciertamente va en contra de ese derecho, por el contrario la educación sexual (no el contenido sexual explícito) brinda herramientas para proteger contra el matoneo y el abuso sexual.

El cambio en los manuales de convivencia y la cartilla educativa provienen de una sentencia de la Corte Constitucional que ordena el cambio en los manuales de convivencia, como resultado de la lucha de la familia del fallecido Sergio Urrego y los activistas LGBT. Los derechos de las minorías y de los oprimidos no los regalan los gobiernos burgueses por muy “progres” que se hagan llamar, sino que son producto de las luchas.

No es idea del gobierno de Santos ni de su ministra Parody promover verdaderas soluciones frente a la violencia escolar. Al contrario, sus políticas educativas con sus medidas privatizadoras y de “calidad” mercantil terminan dejando sin herramientas a los docentes, las familias y los colegios para enfrentar la expresión de la violencia y la degradación de la sociedad capitalista.

La ministra Parody tampoco se ha caracterizado por ser activista ni por luchar por los derechos de ningún grupo oprimido y al contrario, desde su larga trayectoria política, sobre todo cuando fue incondicional aliada del gobierno de Álvaro Uribe, guardó silencio cómplice ante la homofobia y el machismo.

Las marchas reaccionarias han exigido la renuncia de la ministra Parody por considerar inaceptable su condición de lesbiana en la cabeza de las políticas educativas. Ante la presión la propia ministra ha retrocedido en las tímidas medidas y “recomendaciones” que sobre tolerancia y respeto al libre ejercicio de las identidades sexuales diversas en los colegios ha hecho la ONU.

Es cierto que Parody debería salir del ministerio por la fuerza de la movilización. Pero no por la presión de las movilizaciones reaccionarias, queremos a Parody fuera del ministerio no por lesbiana ni por mujer, sino por neoliberal, privatizadora, enemiga de la educación en Colombia, ejecutora del plan de desarrollo de Santos, gestora del engaño de “ser pilo paga”, así como por ceder a las presiones y retroceder en la aplicación de la política de educación en diversidad.

Sin embargo, aunque la consideramos nuestra archienemiga, nos oponemos a utilizar el machismo y la homofobia como armas contra nuestros enemigos, y llamamos a los maestros, trabajadores y estudiantes que la ven con justa antipatía a no caer en estos métodos que solo reproducen la ideología de los sectores opresores.

Estas movilizaciones, está sucia campaña en nombre de la familia, en realidad obedece a intereses bastante más mundanos y menos académicos. El verdadero objetivo de los que dirigen esta cruzada, no se trata de la “ideología del género” ni se trata de los niños. En realidad es parte de la campaña del sector reaccionario de la burguesía comandado por Uribe, Pastrana y Ordóñez, en pugna con el santismo, que utilizan la ignorancia y los prejuicios para conseguir adeptos y lograr un mejor posicionamiento en la actual pugna política del plebiscito.

Mientras la Ministra cede a las presiones para evitar que la campaña por el SI se vea perjudicada, los que impulsan el NO uribista capitalizan las movilizaciones reaccionarias.

Los trabajadores, los estudiantes, los campesinos, no debemos dejarnos utilizar en favor de ningún sector de explotadores. La realidad es que con el santismo y el uribismo corren riesgo los niños: riesgo de morirse de hambre, riesgo de no poder ir a la escuela, riesgo de morir porque la EPS no los atiende. Ni los uribistas reaccionarios son defensores de los niños y la familia, ni los santistas neoliberales son promotores de los derechos LGBT.

¡Por una sociedad socialista contra toda forma de explotación y opresión!

¡Alto a la campaña homofóbica!

¡Ni un ápice de confianza en Santos ni en su ministra!

¡Por verdaderas medidas para afrontar la violencia escolar y el fin de todas las normas homofóbicas y machistas de los manuales de convivencia en los colegios!

 

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