¿Elecciones en la CUT?

Una demora sospechosa

Al momento de escribir este artículo, y como lo habíamos manifestado en la anterior edición de El Socialista, las elecciones de la CUT no fueron tan democráticas como lo anunciaban los organizadores. Lo único claro es que diez días después de sufragar para los organismos de dirección de la CUT y FECODE, el 26 de mayo, los trabajadores no tenemos información del total de votos de las diferentes listas, ni cómo quedarían conformados esos órganos directores, a pesar de que en la mayoría de los departamentos y ciudades fueron entregadas las actas de votación a las pocas horas de realizadas.

 

¿Y dónde están los votos?

El 2 de junio, salió una declaración oficial donde supuestamente se daban resultados parciales de la votación, pero ese comunicado no recoge ningún resultado real. Conocimos el escrutinio enviado a ese “Tribunal de Garantías Electorales” el 31 de mayo, de las elecciones realizadas en el departamento de Bolívar, donde por ejemplo la lista N°86 de Diego Escobar obtiene 1734 votos, pero en el consolidado nacional aparece con 1627, la lista N°72 de Ima Yurley Pérez, en donde solo los docentes del sindicato de maestros del municipio de Medellín (Asdem) sacó 1068 y en Bolívar 498 votos, pero en el consolidado nacional solo aparecen 1018 votos. ¿Cómo entender que luego de más de dos días no se vea reflejada esa votación? ¿Por qué sacan ese comunicado el 2 de junio, cinco días después de realizada la votación?

 

Sin garantías

Mucho se ha especulado sobre estos resultados y estas elecciones, que realmente no han sido tan democráticas como dicen, pues la propia conformación de los tribunales de garantías nacional y departamentales, que debió haber sido conformado por un representante de cada plancha, se redujo a un representante por cada una de las fuerzas políticas, pero de las que actualmente tienen miembros de los comités ejecutivos.

 

¿Autoelección?

Estas elecciones han sido además un reto para los sectores que nos reivindicamos realmente clasistas, que defendemos la independencia de clase, no solo del Estado sino de los patrones, porque no logramos unificarnos nacionalmente y facilitándole a la burocracia que siguiera atornillada en los puestos del Comité Ejecutivo haciéndose “auto elegir” y continuando con la política de la concertación, con la que se han entregado las convenciones colectivas y muchos derechos que hoy no gozan los trabajadores.

Y a pesar de que en los estatutos de la central, en el Art. 39 se prohíbe a los miembros de la Central la reelección por más de dos periodos consecutivos, muchos de los actuales miembros del CE que saldrán “elegidos”, tienen esa prohibición, como Diógenes Orjuela o Fabio Arias. Esto debió hacerse en la reglamentación y ahora les corresponde a los fiscales elegidos hacer respetar los estatutos aprobados en el 2015, en el Congreso realizado en Santa Marta. (En las elecciones sindicales en Colombia la lista que saque el segundo puesto en la votación, elige el fiscal).

 

¿Continuará la división en la CUT?

Muchas de las organizaciones sindicales, sobre todo del sector industrial, han comenzado a votar la desafiliación de CUT, como el sindicato de los trabajadores metalúrgicos Sintraime y la federación Funtramiergética, que lo hicieron antes del 26 de mayo. Pero esta situación de descontento, con el comportamiento de la dirección de la central, no es nuevo, y comienza a discutirse en muchos sindicatos, porque desgraciadamente los burócratas han utilizado los cargos del Comité Ejecutivo de la central, para que sean nombrados como funcionarios de los diferentes gobiernos burgueses.

Desde Carrillo, el primer presidente de la Central que terminó siendo ministro de Trabajo y luego embajador de Colombia en Guatemala, a Angelino Garzón que terminó siendo vicepresidente de Santos y hoy miembro activo del uribismo, Orlando Obregón, quien fue nombrado ministro cuando eran masacrados laboralmente los trabajadores de la Empresas Publicas de Cartagena, a Lucho Garzón, premiado con el Ministerio del Trabajo.

 

Por una nueva dirección para la CUT

Lo peor es la dispersión. Es necesario el agrupamiento de todas las organizaciones descontentas con el actuar de la actual dirección de la CUT y con las direcciones de las demás centrales. Desde el Partido Socialista de los Trabajadores seguiremos insistiendo en la necesidad de que todos los sectores que de verdad estamos por la defensa de los derechos de los trabajadores nos agrupemos nacionalmente para construir una nueva dirección para el movimiento obrero y en especial para la CUT.

Este agrupamiento comienza a surgir a partir de los comités y coordinadoras de solidaridad, que en ningún momento se han planteado hacer paralelismo sindical, pero si están llamando a reconstruir los principios realmente clasistas en el movimiento obrero, como la solidaridad, la democracia obrera, el impulso a la movilización para lograr las conquistas en contra de la concertación y sobre todo el llamado a mantener la independencia de clase.

En la presente coyuntura nacional, es necesario que los trabajadores tengamos total independencia del gobierno y levantemos nuestras propias exigencias en materia laboral, pensional, de salud y de salida a la crisis social. El gobierno insiste en que el parlamento, ese nido de ratas de la democracia, sea el que defina que derechos nos otorgan a los trabajadores y al pueblo, pero estos solo los podremos conseguir en las calles movilizándonos en forma independiente, solo confiando en nuestra lucha y nuestra organización. No tenemos otro camino: o luchamos de manera independiente o seguiremos retrocediendo. Esa es la disyuntiva, y nuestro llamado a los sectores del movimiento obrero y sindical que quieran luchar consecuentemente, es que impulsemos la movilización, el paro y la huelga, levantando nuestras exigencias en un pliego nacional que sea defendido en un paro nacional.

PL

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