Magisterio/ ¡DERECHO A LA SALUD CON GARANTÍAS!

¡No al negocio de la salud!, ¡Abajo la intermediación! ¡Por la recuperación y el fortalecimiento de la red pública hospitalaria con todos los avances de la ciencia y la tecnología!

Luego de que el presidente Gustavo Petro, el pasado 9 de octubre del año 2023, anunciara la suspensión del proceso de convocatoria para la nueva contratación de los servicios médico asistenciales para el magisterio, en razón a hallazgos de irregularidades y corrupción en el Fomag y La Fiduprevisora y la prórroga del contrato existente al momento, por 6 meses más, se abrió en el país y por supuesto al interior del Comité Ejecutivo de Fecode un fuerte debate político alrededor de lo que sería un “nuevo modelo de salud” para el magisterio. La mayoría de los ejecutivos comenzaron una propaganda temeraria sobre las intenciones del gobierno de acabar no solo el régimen especial del magisterio sino también el Fondo de Prestaciones del Magisterio, con una férrea defensa del modelo en salud que ha demostrado ser ineficaz y malo, por decir algo, desde hace 35 años cuando se aprobó la Ley 91 del 89. Hoy, luego de muchas reuniones del Comité Ejecutivo, la Junta Nacional, pleno de direcciones regionales y mesas técnicas, se llegó al acuerdo de aceptar el “nuevo modelo de salud”, concertado con el gobierno nacional. Hay que agregar que para esta decisión hubo ausencia de asambleas y debates con las bases. Si bien este nuevo modelo avanza parcialmente en la eliminación de la intermediación, es bastante limitado y no resuelve los problemas de fondo. Petro, en acuerdo con Fecode, introduce el nuevo modelo, como “piloto” de su reforma a la salud para el resto de los trabajadores, garantizando la participación de los privados, dado que la red pública de salud está en ruinas, como consecuencia de la aplicación de la ley 100 y el avance de la privatización de la salud.

El nuevo modelo generó expectativas de cambio en la pertinencia y oportunidad en la prestación de la atención médica para los maestros y sus beneficiarios, reconociendo todos los obstáculos para acceder a este vital derecho con el anterior modelo, así como la configuración y fortalecimiento de monopolios privados que se han lucrado con la salud como negocio. Sin embargo, tres semanas después de iniciada la implementación del nuevo modelo, los problemas antes de solucionarse se agravan.

Faltó previsión del Fomag, frente a la previsible resistencia de los empresarios de la salud y los defensores del modelo de intermediación, así como frente a los mecanismos de aseguramiento de la continuidad de tratamientos especializados. Se evidencia improvisación en la organización de las redes de prestación de los servicios. No ha existido un mecanismo ágil ni adecuado para desarrollar la transición de un modelo a otro, generándose muchas incertidumbres, pero, sobre todo, alto riesgo para la vida; sobre todo de aquellos pacientes con enfermedades catastróficas y tratamientos que requieren imperiosa continuidad.

Se evidencia incoherencia en el actuar del gobierno, cuando firma a través del ministro de Hacienda, la asignación de la presidencia de la Fiduprevisora al señor Mauricio Marín, cuota clientelista del Partido de la U en el gobierno (parte de los acuerdos burocráticos del Pacto Histórico) y luego lo señala, a través del ministro de Salud, como el responsable del impedimento para implementar el nuevo modelo.

Mientras los responsables se lanzan acusaciones y la derecha y sus medios de comunicación hacen festín con los nuevos errores del gobierno, los que pagan las graves consecuencias son los maestros y sus familias. Sin dejar de denunciar las responsabilidades por los graves errores, hoy es fundamental y urgente resolver el problema de la atención en salud en todos los niveles para los maestros y sus familias, estabilizar y regularizar los procedimientos médicos y diagnósticos pendientes, la entrega de medicamentos, así como las intervenciones quirúrgicas. Luego hay que ganar al gremio a dar la batalla por derogar la Ley 100, causante de la destrucción de la red hospitalaria pública, y recuperar la estatización de la salud. Así mismo, rediscutir el manejo de cesantías y pensiones, que, si bien está resguardado por el Fomag, está sometido a la crisis de desfinanciación de este.

Los maestros no depositamos confianza alguna en partidos políticos de la burguesía o sus representantes políticos, causantes de la crisis de salud y pensiones y favorecedores del enriquecimiento de empresarios y banqueros a costa de convertir estos derechos en mercancías y denunciamos su preocupación por la salud del magisterio y sus familias como una actitud hipócrita y oportunista

Con la intención de defender los recursos del magisterio, el presidente Petro propone que la Administradora de ​los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud – ADRES sea la que se encargue de girar los dineros de la atención directamente a las IPS. Esta medida favorece el desmonte de la intermediación, pero mantiene las ganancias al sector privado dueño de las IPS y también al transformar las EPS en Gestoras de Salud, quienes recibirán el 5% y hasta un 3 % más de los recursos de capitación, por realizar trámites administrativos y de direccionamiento.

Por su parte, los medios de comunicación de la derecha sirviendo de bocina de los monopolios, hacen campaña de desprestigio político del gobierno y contribuyen con el sabotaje que las entidades de salud y la Fiduprevisora han venido desarrollando durante las tres semanas de implementación del modelo.

Sin embargo, una cosa sí es clara, el Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio enfrenta una compleja situación; desde hace años está en crisis gracias a la desfinanciación generada por los gobiernos y de los reiterados casos de corrupción. Sumado a esto, el modelo de salud sigue siendo un negocio con el que particulares se quedan con un alto porcentaje del dinero y durante estos años han sido exactamente los mismos operadores que cambian de nombre, hacen uniones temporales y en la actualidad algunos de ellos, son los que están en el periodo transitorio hacia el nuevo modelo de salud del magisterio y en su gran mayoría con desatención a los maestros en diferentes partes del país, con la excusa de que el problema es el software.

Al respecto, consideramos lo siguiente:

  1. Dado que es necesario eliminar la intermediación financiera y la integración vertical para la prestación de la salud, no es suficiente esta política para responder a la garantía de los derechos fundamentales de los maestros y el pueblo. Por eso, le exigimos al gobierno que adelante acciones para fortalecer la red pública hospitalaria con todos los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de todos e igualmente ponga toda la capacidad estatal y los entes de control al servicio de la garantía de la salud y la vida de los maestros y sus beneficiarios.
  2. Que el gobierno denuncie públicamente los casos de corrupción que conoce al interior de la FIDUPREVISORA que lo llevaron a tomar la decisión de declarar desierta la invitación pública para la nueva contratación.
  3. Mejorar el servicio de salud para la zonas rurales y más alejadas del país, lo que se resuelve fortaleciendo los centros de salud, creando unidades de atención de alto nivel y una red hospitalaria que garantice salud para los maestros y toda la población con atención de fácil acceso, oportuna con suministro eficiente de los medicamentos de excelente calidad.
  4. Exigir al gobierno que active el Sistema de Gestión de la salud y seguridad en el trabajo para el magisterio como lo establecen las normas y convenios internacionales garantizando riesgos profesionales y la salud mental.

A la dirigencia sindical le exigimos que:

  1. A través de la más amplia democracia y recuperando su independencia frente al gobierno, se elabore un plan de acción que incluya un paro por la salud y la vida.
  2. exigir a la FIDUPREVISORA que responda por la transparencia en el manejo del dinero, vele por la prestación de los servicios de salud a los docentes y sus beneficiarios y del pago de las prestaciones sociales (pensiones y cesantías).
  3. Crear las veedurías y los mecanismos de control independientes del prestador del servicio y de las juntas directivas de los sindicatos, es necesario velar por la buena prestación del servicio, la medicación tanto eficaz como oportuna y el manejo de los recursos. En ese sentido es urgente volcar toda la capacidad organizativa, de veedores de salud, activistas y dirigentes con permiso sindical a hacer presencia permanente en los centros de salud, para orientar y apoyar al magisterio en la exigencia de sus derechos y la plena atención a las necesidades de salud.

¡Si queremos un cambio de verdad, hay que recuperar nuestra independencia y movilización!

Unidad Docente PST

Docentes UNIOS

 

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