Colombia “Ni el SI de Santos, ni el NO de Uribe; por la Constituyente con derechos” Publicado por: Administrador el 10 agosto, 2016 Más en Colombia: #21N: reivindicar el camino de la lucha y retomar los objetivos del estallido social 20 noviembre, 2024 Editorial: Inundados y con sed 15 noviembre, 2024 Ante la crisis fiscal, ¡NO al pago de la deuda externa! 6 noviembre, 2024 Ante el plebiscito de Santos, llamamiento a realizar una campaña. Voto por la Constituyente (por los derechos: salud, educación, tierra para quien la trabaja, amplias libertades políticas y derechos para todas las minorías) Autor: Comité Provisional de la Campaña “Ni el SI de Santos, ni el NO de Uribe; por la Constituyente con derechos” La Corte Constitucional, en sentencia hecha a la medida del gobierno, sólo dejó tres opciones política y jurídicamente relevantes para votar en el plebiscito que convocará el Presidente para validar sus acuerdos con las FARC: el NO de Uribe, el SI de la paz imperfecta –a la medida de Santos– y el voto exigiendo la convocatoria a una Constituyente o por los derechos al trabajo, a la salud, a la educación, a la tierra para el campesinado pobre, a amplias libertades políticas, etc. Al negar la posibilidad de voto en blanco, la Corte obligó –de hecho– a que una opción distinta de la del NO y del SI sea contabilizada como un voto nulo. Quienes convocamos a una campaña por la Constituyente, que no respalda ni el SI ni el NO, exigimos al gobierno y a los organismos electorales plenas garantías para su impulso. El total de votos nulos (escribiendo CONSTITUYENTE sobre la papeleta el día de la votación) será entonces el resultado alterno, contrapuesto e independiente del SI y del NO. El plebiscito es, dentro de los mecanismos de participación popular, uno de los más antidemocráticos; no sólo por el uso que de él han hecho las dictaduras (Hitler, Napoleón, Pinochet, etc.) sino además porque no permite debatir y decidir separadamente sobre cada uno de los aspectos de un problema. Como ejemplo, algún colombiano podría estar de acuerdo con la negociación, incluido el tema difícil de que los rebeldes no paguen ni un día de cárcel, pero objetar que puedan ser elegidos inmediatamente a cuerpos colegiados. Otro colombiano podría estar de acuerdo con lo primero, e ir más lejos, por considerar que inmediatamente pueden participar en política, elegir y ser elegidos. Un tercer ciudadano podría estar de acuerdo con el segundo, pero en desacuerdo con que a los rebeldes que han cometido delitos políticos se les dé el mismo trato que a los agentes del Estado, que violaron derechos humanos, a tal punto de cometer genocidio –caso Unión Patriótica–, por considerar que existe una diferencia entre una actitud altruista y una actitud egoísta; lo que traza una línea divisoria entre delito político y delito común como las recoge la Constitución en el Artículo 150 numeral 17. El plebiscito sobre el cese del conflicto armado entre el gobierno y las FARC tiene el defecto de que mete en una sola pregunta todos estos temas; y obliga al ciudadano, que está de acuerdo con muchas de las cosas del proceso, pero que no está de acuerdo con unas pocas, a violentar lo más grande que tiene el ser humano, esto es su conciencia, a votar por el sí sobre cosas que de estar separadas, las votaría el 99% afirmativamente y sólo votaría una negativamente. Situación similar se presenta para quienes sólo votarían negativamente unas pocas cosas, pero que son obligados a votar todo negativamente. En el momento actual, alineados en torno al SI y al NO, aparece otro “paquete”, obligando a los colombianos a alinearse en torno al gobierno actual o al gobierno anterior; los dos igualmente nefastos para los derechos del pueblo e igualmente guerreristas contra los trabajadores, los indígenas, los afro descendientes, las mujeres, los jóvenes, los pensionados, violadores ambos de los derechos a la salud, a la educación, al trabajo, al medio ambiente sano; ambos responsables del genocidio denominado falsos positivos; en una palabra aliados incondicionales del gran capital, y de las multinacionales en desmedro de la situación de los trabajadores y los pobres. Alinearse al lado de uno u otro (Santos o Uribe) es caer en una verdadera trampa mortal. En lo fundamental, Santos y Uribe son iguales. No por casualidad han sido socios y han pertenecido al mismo gobierno; sus intereses económicos son fundamentalmente iguales; sus diferencias son adjetivas; los dos son amigos de la guerra económica y social contra el pueblo; ambos formaron parte del gobierno del genocidio de los falsos positivos; uno como Presidente y el otro como ministro de defensa; ambos, bajo pretexto de la paz, han tenido contactos, directos o indirectos, con el paramilitarismo –Uribe al negociar con ellos la denominada Ley de Justicia y Paz y Santos reuniéndose con Carlos Castaño, planeando un golpe de Estado, para lograr “la paz”. La campaña que nos proponemos realizar y a cuyo respaldo llamamos a todos los colombianos, especialmente a los trabajadores, explotados, oprimidos, comunidades indígenas, afro-colombianos, nos permite no caer en la trampa letal de Santos vs. Uribe, defendiendo una propuesta que abra nuevas perspectivas para solucionar los graves problemas que aquejan a millones de colombianos, no sólo el conflicto armado. Nuestro llamado a organizar y desarrollar la campaña “Ni el SI de Santos, ni el NO de Uribe; por la Constituyente con derechos” y el Comité Provisorio que hemos conformado, está abierto a la participación de las fuerzas políticas y sociales y de las organizaciones democráticas y populares que coincidan en que no podemos caer en el falso dilema de respaldar o rechazar la totalidad de los acuerdos del gobierno con las FARC; quedando hipotecado a los planes de uno u otro –planes que son básicamente coincidentes. Gane el NO o gane el SI, la negociación y los acuerdos con las FARC seguirán adelante porque ya ellas manifestaron que no retornarán a la lucha armada y negociarán para reintegrarse a la actividad política legal; por lo que en realidad el cese del conflicto no está en juego, como lo afirman Santos y Uribe para polarizar y amedrentar a los colombianos. La Constituyente, cuya convocatoria exigiremos y reclamaremos a lo largo de la campaña, es la opción más democrática en el momento actual para que los colombianos podamos discutir y decidir sobre los graves problemas que nos aquejan. Por eso es necesario aprovechar el Plebiscito para pronunciarse a favor de ella. Firman: Jaime Araujo Rentería – Ex Presidente Corte Constitucional Jorge Ignacio Salcedo Galán – Abogado – Profesor universitario Jeritza Merchán Díaz Partido Socialista de los Trabajadores – PST-C Sebastián González – Unión Patriótica – Bases en Rebelión Juan de la Cruz Sánchez Ramírez – Profesor universitario Post Views: 3.987