Contrarreformas laboral y pensional: Los patronos imponen, el gobierno decreta y el congreso formaliza

Autor: A.P

El socialista Ferdinan Lassalle señalaba, acerca de la constitución política, que en la práctica existen dos: la de papel y la real. La primera está escrita, pero la segunda es la que se aplica. Este concepto es muy importante para los trabajadores, porque se tiende generar expectativas en que con solo realizar demandas se puede hacer retroceder a los patronos y a sus gobiernos. Cuando de lo que se trata es de quien se impone por la fuerza: los patronos con la fuerza del Estado, su dinero para comprar jueces, magistrados y votos en el congreso, o los trabajadores con la fuerza de la lucha y la movilización organizada. Eso es lo que está planteado ahora con el decreto 1174 que contiene la contrarreforma laboral.

En la realidad los empresarios han estado imponiendo medidas como los despidos, la modificación del horario de trabajo, reducción de salarios y la modificación del contrato laboral, medidas que están generalizando, aprovechando la pandemia. Por su parte el gobierno de Duque ya venía preparando la contrarreforma laboral, incluyendo el artículo 193 en el Plan Nacional de Desarrollo para autorizar el trabajo por horas, y con el decreto 1174 da un paso más concretando su reglamentación. Por su parte el congreso está discutiendo un proyecto de ley, simplemente para formalizar esa contrarreforma y la pensional. Con la formalización del trabajo por horas lo que logran los capitalistas es consolidar las contrarreformas laboral y pensional de una sola vez, porque los empresarios acabarán con el contrato a término indefinido, contratarán por menos de 48 horas semanales para no pagar seguridad social, y en esas condiciones la afiliación sindical será más limitada.

Para pasar al nuevo sistema de contratación precarizada, los empresarios se están preparando despidiendo trabajadores con contrato a término indefinido, presionando para que se acepten retiros “voluntarios”, y no están renovando los contratos a término fijo. Así quedan con nómina nueva y el nuevo sistema de contratación. Veamos solo unos ejemplos:

Thomas Express: presionando retiros voluntarios. En la empresa de mensajería, Thomas Express, les han dicho a los trabajadores que están en crisis y que van a liquidar la empresa. Pero la historia viene de tiempo atrás. Hace cuatro años le habían solicitado al Ministerio del Trabajo permiso para despedir a los trabajadores y no habían obtenido respuesta. Ahora que ese ministerio les está colaborando a los empresarios para aplicar medidas exprés contra los trabajadores, dicen que el Ministerio ha aprobado esos despidos, aunque de eso no han notificado formalmente a los trabajadores ni a los sindicatos. Pero la empresa aún necesita demostrar que en realidad está en crisis para poder entrar en el proceso de liquidación. Posiblemente no tenga como demostrarlo más que haciendo maniobras, pero necesita que los trabajadores acepten retirarse para reorganizar la nómina con contratos precarizados y de paso liquidar el sindicato, incluso ya lo han confesado.
Para lograr su objetivo se han reunido con los presidentes de los dos sindicatos, a los que están afiliados los trabajadores, y son ellos los están tratando de convencer a los afiliados de que lo mejor es que acepten el retiro “voluntario”.

Yazaki: despidos mediante la no renovación de contratos. En la multinacional Yazaki, productora de autopartes eléctricas, hasta hace unos tres años había cerca de 2.000 trabajadoras. Luego cerró una planta en Funza para trasladar a las trabajadoras a la planta de Chía y abrió una nueva planta en a la zona franca de Tocancipá. La casi totalidad de las trabajadoras tienen contrato a término fijo, aunque algunas llevan varias décadas laborando en esa empresa. En la planta de Chía quedaban cerca de 800 trabajadoras, casi todas afiliadas al sindicato Sintraidumecol. En medio de la pandemia despidieron alrededor de 300 al no renovarles el contrato. Esos despidos masivos no tienen otra explicación: liquidar la planta de trabajadores que tiene actualmente, para reemplazarla por una planta con contratación precarizada.

Brinks: despidos “voluntarios”. En la empresa Brinks, transportadora de valores, les hicieron una encerrona a 130 trabajadores que no estaban sindicalizados y los presionaron para que firmaran un documento de retiro “voluntario”. Varios de los trabajadores se dieron cuenta de la trampa unos pocos días después e intentaron reaccionar buscando el apoyo del sindicato, Sintrabrinks y los despedidos participaron en un mitin organizado por el sindicato, aunque es difícil lograr el reintegro. Ahora la empresa sigue despidiendo a quienes cometan el más mínimo error real o inventado. No hay que ser ingenuos, la estrategia de Brinks es la misma que tiene Yazaki, Thomas Express y otras empresas: liquidar la planta de personal para cambiarla por una precarizada.

Sindicalización masiva de todos los trabajadores

En estas condiciones de ofensiva de los empresarios por comenzar a contratar en los términos del decreto 1174, la única forma de enfrentarlos es con organización buscando la sindicalización masiva. Incluso los sindicatos deben mantener afiliados a los despedidos en sindicatos de industria para poder resistir y derrotar la contrarreforma laboral que se está implementando. De esto hay un ejemplo: los trabajadores de la fábrica Seatech que produce el Atún Van Camps ─donde son accionistas la viceministra Martha Lucía Ramírez, el exalcalde Peñaloza y el expresidente Uribe─, hace unos cinco años se organizaron en el sindicato Ustrial, aun siendo tercerizados y temporales. De los 2.000 trabajadores solo 50 tienen contrato a término indefinido. Desde entonces han resistido manteniendo afiliados a los trabajadores despedidos e incorporándolos a la lucha. Pero la empresa, con la colaboración de directivos de la CTC, fundó Sintramar, un sindicato patronal. Sin embargo, aun así los trabajadores mantienen la lucha con sus sindicatos Ustrial y Sinaltrainal. Este es el mejor ejemplo de cómo enfrentar la contrarreforma laboral contenida en el decreto 1174. Muchos dirán que este decreto se puede demandar porque es ilegal. Eso hay que hacerlo, pero lo fundamental es organizar a los trabajadores, movilizar y en ese terreno derrotar esa contrarreforma laboral.

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