Sindical Avanza el gobierno, pierden los maestros Publicado por: Administrador el 31 enero, 2017 Más en Sindical: #Mujer #Sindicalismo Mujeres sindicalistas: Levantar las voces de miles de mujeres excluidas 28 octubre, 2024 El cuidado de enfermería nefrológica (de los riñones) en peligro, un llamado urgente 24 octubre, 2024 Mineros de las esmeraldas: Explotados y discriminados 17 octubre, 2024 El 2017 arranca para el magisterio con un panorama poco alentador. El gobierno avanza en la aplicación de su política educativa neoliberal, acatando disposiciones de la OCDE y en nombre de la calidad de la educación, mientras que los maestros ven cómo día a día se empeoran sus condiciones de trabajo y se pierden conquistas del magisterio. Las nuevas medidas que modifican aspectos de la carrera docente, la implementación de la jornada única y el aumento en la edad de retiro forzoso, son algunas de las medidas acabarán con las conquistas históricas del magisterio. Para enfrentarlas se hace imperioso cambiar las actuales direcciones sindicales que concilian con el gobierno, para que unas nuevas direcciones sindicales, clasistas y consecuentes, conduzcan la lucha contra la actual política educativa. Autor: Freddy Ruiz Jornada Única La bandera del Gobierno Santos en cuanto a política educativa para la educación básica y media es la implementación de la Jornada Única. Si bien hasta ahora su implementación es gradual, su objetivo es que en pocos años la mayoría de los colegios funcionen con una única jornada de 8 horas diarias de servicio educativo para los estudiantes. En los colegios donde ya se viene implementando, lo dominante es la improvisación, la falta de condiciones logísticas y de infraestructura adecuada, el hacinamiento y los conflictos que genera la implementación atropellada de esta política. Pero también es por la vía de reemplazar los derechos colectivos por beneficios salariales condicionados con que han venido avanzando en ganar a rectores y algunos maestros a que implementen a toda costa la Jornada Única. Con incentivos a rectores, maestros y administrativos que se comprometan a mostrar resultados en Jornada Única, terminan aceptando a cambio de bonificaciones, el desmejoramiento de las condiciones laborales por la vía de la flexibilización de horarios y jornadas laborales, y la aplicación a cabalidad de los estándares curriculares gubernamentales. Esto ha llevado a que la jornada laboral de magisterio se flexibilice. La estrategia del gobierno es imponer la jornada laboral de 8 horas para los maestros y por supuesto, sin mejorar el salario y aumentando la carga laboral y el hacinamiento de estudiantes a cargo. Paralelamente se desarrolla la política con los convenios y concesiones, para responder a las necesidades de cobertura, dos de las formas más agresivas de privatización de la educación. Lamentablemente los maestros que han enfrentado esta política han quedado huérfanos de orientación sindical, pues lo único que la burocracia de Fecode ha atinado a decir es “jornada única sí, pero no así” expresando su verdadera convicción de conciliar con el gobierno la aplicación de la Jornada Única, dejando solos a los maestros en esta lucha. Evaluación Luego de prácticamente dos años de tortuoso proceso de evaluación para poder ascender acordado y defendido tanto por el gobierno como por los directivos de Fecode y sus amigos en los sindicatos regionales, ahora miles de maestros intentarán bajo el nuevo sistema, mal llamado “diagnóstico formativo” tratar de ascender, sometiéndose al humillante proceso del concurso de evaluación. La presentación de videos de clase donde el maestro trata de mostrar su idoneidad, son ahora un gran negocio para quienes tengan los equipos técnicos requeridos por el ministerio para las grabaciones. Pero el problema de fondo es que la dirección sindical con su traición de hace dos años cuando entregó el paro más radical y combativo del magisterio de los últimos años, abandonó la lucha contra la evaluación, cambiándola por la más abyecta defensa de un mecanismo de evaluación contrario a las necesidades del magisterio, y al derecho a la carrera docente. Lo cierto es que la actual contiene menos garantías y más restricciones para los maestros y más herramientas para que el gobierno administre los posibles ascensos sin poner en peligro la regla fiscal y las finanzas del estado, a costa de los maestros que por alguna razón no encajan en el modelo de docente que quiere en Ministerio de Educación. Además se ha introducido un dispositivo de control ideológico y político en las aulas y se ha perdido la libertad de cátedra. Contratación en Salud Pero sin duda, uno de los problemas más dramáticos del magisterio actualmente es el colapsado servicio de salud, que desde el año pasado viene siendo remendado con prorrogas al contrato de los prestadores privados, prolongando el pésimo servicio. Pese a lo pactado entre gobierno y Fecode en los últimos paros, las medidas de veeduría, los estudios, las comisiones y el supuesto endurecimiento de las sanciones, no han resuelto la insuficiente infraestructura médica, la falta de especialistas y las múltiples irregularidades que le toca soportar a los maestros y sus familias cuando tienen que acudir al servicio médico. Las condiciones del actual proceso de licitación y contratación de los nuevos prestadores de salud, plantean una perspectiva peor de la que actualmente existe. Lo nuevos proponentes son los mismos que se han lucrado a costa de la salud del magisterio, con nuevos socios y con investigaciones y sanciones por corrupción encima. Frente a esto Fecode solo atina a concertar tibios reparos al proceso, defendiendo un sistema privatizado como un supuesto régimen especial, del cual ya es poco y superficial lo que lo diferencia del régimen de Ley 100. Se hace necesario retomar la lucha por un servicio de Salud prestado en su totalidad por el estado acabando con la intermediación y la corrupción de los traficantes privados de la salud. Pero entre tanto implementar mecanismos permanentes de acción y control exigiendo con protesta y movilización la prestación oportuna y adecuada del servicio. El problema es la dirección sindical Esta situación ha llevado a un sector importante de maestros a perder la confianza en la organización sindical ante la inconsecuencia de sus dirigentes. La necesidad y la decisión de lucha de las bases del magisterio persisten a pesar de las traiciones, pero la desconfianza en la dirección han hecho que el escepticismo avance en la conciencia de los maestros. Este año se van a desarrollar varias elecciones en las organizaciones sindicales. Desde la CUT y Fecode, hasta varios de los sindicatos regionales van a elegir a sus direcciones. Es una oportunidad para que el magisterio se sacuda del escepticismo y tome partido por una nueva dirección sindical clasista que retome los principios de la lucha, la democracia obrera y sindical, el anti burocratismo y la independencia total con los gobiernos y sus políticas. Los maestros Socialistas de Unidad Docente-PST estaremos al servicio de esta necesidad apremiante del magisterio. Post Views: 6.523