Editorial/ Crisis en el Gabinete: cambios para seguir ‘enmendando’ las reformas y la Constituyente

Desde su campaña presidencial, Petro llamó a un acuerdo nacional con la burguesía y sus partidos para hacer unas reformas que aliviaran la profunda crisis social que había llevado desde finales de 2019 a miles de personas a las calles en un proceso que tuvo su máxima expresión en el Estallido Social de 2021.

La clase trabajadora, los movimientos sociales y las masas, llevaron a Petro a la Presidencia de la República con la esperanza de adelantar las reformas por las que lucharon en las calles, dejando en manos de los congresistas del Pacto Histórico esta tarea. Este ha sido un error garrafal, porque Petro y sus congresistas no están luchando por esos cambios sino por algunas reformas que alivien la crisis social, pero que no afecten el régimen que deja miles de millones de dólares de ganancia a la burguesía.

Pero ante la imposibilidad de hacer cambios, así sean mínimos, Petro ha llamado a una Asamblea Nacional Constituyente, para concretar su fallido Acuerdo Nacional, sin embargo, el sistema constitucional de 1991 no está hecho para hacer transformaciones, por lo que está tratando de negociar con sectores burgueses una salida para sus propuestas.

Es por esto que, a punto de cumplir dos años de su Gobierno, Petro anuncia su segunda crisis ministerial, aunque ha minimizado los cambios como algo rutinario diciendo: “hay que evaluar quiénes han podido llevar el cambio hacia adelante y quiénes no han podido porque los privilegios se los han impedido”, pero las crisis ministeriales siempre tienen un significado profundo en los gobiernos, y en este caso expresa la imposibilidad de sacar adelante las reformas.

El primer Gabinete de Petro integraba diversos sectores que expresaban su aspiración de dirigir un gran acuerdo nacional, con nombres como el de Alejandro Gaviria, uno de los principales afiles de la burguesía. Pero pronto hizo crisis y tuvo que echar mano de nombres más confiables y cercanos de su proyecto político.  Esta segunda crisis ministerial es resultado del estancamiento de las reformas, de la imposibilidad de hacer acuerdos con los partidos burgueses e incluso, de los escándalos de corrupción al interior del gabinete.

Ministro del Interior: No a la Constituyente

El principal cambio ha sido el del Ministerio del Interior, cartera que tiene como tarea tramitar las reformas en el Congreso de la República. Estaba en manos del liberal Luis Fernando Velasco y en su remplazo llega Juan Fernando Cristo, quien ocupó este mismo cargo en el gobierno de Juan Manuel Santos.

Petro ha confiado esta cartera al mismo sector político desde que inició su gobierno con Alfonso Prada, con la intención de negociar el apoyo parlamentario, por ello sus ministros del interior han estado ligados a casos de corrupción como el reciente caso de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo.

Después de una reunión entre Petro y Santos para hablar de las críticas de Petro a la implementación del proceso de paz, surge el nombre de Juan Fernando Cristo para esta cartera, como un acuerdo con ese sector político. Pues si bien, Cristo se ha manifestado en contra de la Asamblea Nacional Constituyente, Petro también se ha ido bajando de esa idea con eufemismos como el “poder constituyente.

En rueda de prensa, el nuevo ministro del Interior dijo que tenía cuatro prioridades: el Acuerdo Nacional, la implementación del Acuerdo de Paz con las FARC y fortalecer los departamentos y la agenda legislativa. Frente a la Constituyente manifestó que la prioridad es el Acuerdo Nacional y que la Constituyente solo se puede hacer bajo los parámetros de la Constitución del 91, que no permite cambios de fondo.

Los otros ‘cambios’

En los ministerios de Justicia, Agricultura y Transporte, solo cambian los nombres, pero la orientación política es la misma. Los Ministerios de Justicia y Agricultura siguen en manos de sectores cercanos al Pacto Histórico y el Ministerio del Transporte en manos de los conservadores.

En el Ministerio de Justicia sale Néstor Osuna y entra Ángela María Buitrago, que había sido ternada para la Fiscalía. Formó parte de la Corte Suprema de Justicia como Fiscal Delegada, donde adelantó la investigación sobre la retoma del Palacio de Justicia.

Martha Carvajalino, nueva titular de la cartera de Agricultura proviene del Partido Comunista y se desempeñaba como viceministra de la saliente Jhenifer Mojica, y su tarea principal sigue siendo la compra de tierras que Petro ha pactado con los despojadores, como pilar de su reforma agraria.

En el Ministerio de Transporte entra María Constanza García en remplazo de William Camargo, ocupaba el cargo de viceministra y es de origen conservador. Esta cartera tiene como principales tareas la adjudicación de vías 4G, la negociación del trazado del Metro de Bogotá y el enfrentar el creciente movimiento de No Más Peajes en todo el país.

Crisis ministerial y Acuerdo Nacional

Petro subió a la Presidencia como resultado de las luchas del Estallido Social, pero con una política de negociar con la burguesía algunas reformas, en particular las de salud, laboral y pensional. Otras promesas fueron incumplidas y olvidadas, como el desmonte del ESMAD, que asesinó, violó y cercenó a decenas de manifestantes, y solo sufrió un cambio de nombre.

La política de Petro es lograr un Acuerdo Nacional sin importar cómo salgan las reformas, hacerles ‘enmiendas’ que van en contra de las aspiraciones de millones de personas que todavía tienen esperanzas en este Gobierno, como fue el caso de la fallida reforma educativa que el magisterio tuvo que tumbar en las calles y el de la reforma pensional que acabó con el régimen de prima media por el cual tanto ha luchado la clase trabajadora.

Comité Ejecutivo Partido Socialista de los Trabajadores

8 de julio 2024

 

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