Campaña para detener a los robots asesinos y la necesidad de desarrollar un nuevo acuerdo de Derecho Internacional

Antes de que sea demasiado tarde…

La primera Convención formal sobre Armas Autónomas Letales o los llamados robots asesinos fue discutida en la ONU en el año 2013; donde se acordó empezar a examinar las implicaciones legales y éticas de las armas autónomas letales (LAWs, por sus siglas en inglés). Esta discusión se basó en la creciente preocupación por el desarrollo y uso, sin ningún tipo de control de los sistemas de armas que pudieran operar sin intervención humana directa.

El rápido avance en la inteligencia artificial y la robótica, aparte de ser un negocio muy lucrativo, ya debería plantear serias preocupaciones éticas y legales para todos los Estados alrededor del mundo, puesto que estas máquinas sin capacidad alguna para tomar decisiones con implicaciones morales, ya son usadas para cometer todo tipo de atrocidades en el campo de batalla, violando derechos humanos y el derecho internacional humanitario sin repercusión alguna, precisamente por la falta de legislación sobre el tema.

Esta falta de claridad sobre la responsabilidad humana en caso de fallos, acciones indebidas o malintencionadas (tal y como se evidencia hoy con la población civil masacrada en Gaza y Ucrania), es una clara violación a los derechos humanos y a los principios más básicos del derecho internacional humanitario, leyes que se han considerado universales sobre la guerra, como la distinción, la proporcionalidad y la precaución.

La cuestión de la responsabilidad. Si un arma autónoma comete una violación al derecho internacional o de los derechos humanos, ¿quién sería entonces el responsable? La evidencia indica que se debe asegurar que sea siempre una persona quien responda y sea capaz de tomar las decisiones vitales por las máquinas, o de lo contrario no tendremos ya futuro sobre la tierra.

La proliferación de estas armas autónomas en medio de una situación internacional ya inestable, con pugnas interimperialistas, agresiones de estados fuertes a otros débiles, etc;  se enmarca en la  nueva carrera armamentista que estamos presenciando, una versión más horrible y degenerada de la guerra que la que ya conocemos.

En la Campaña para detener a los llamados robots asesinos, una ONG llamada Stop Killer Robots, hace eco del fuerte llamado a prohibir estas armas autónomas por el hoy secretario general de las Naciones Unidas (ONU)  António Guterres quien  en el Foro de la Paz de París, en el marco el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial; dijo:

Imagínense las consecuencias de un sistema autónomo que podría, por sí solo, apuntar y atacar a los seres humanos. Hago un llamamiento a los Estados para que prohíban estas armas, que son políticamente inaceptables y moralmente repugnantes “.

El secretario general de la ONU desde que asumió el cargo, en su “agenda para el desarme” detalló las preocupaciones por las armas totalmente autónomas, también conocidas como sistemas de armas autónomas letales, y se ofreció a ayudar a todos los Estados para elaborar  “acuerdos jurídicamente vinculantes” y garantizar que “los seres humanos mantengan en todo momento el control del uso de la fuerza”.

El Secretario de la ONU y el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja hicieron esta llamada conjunta ante la creciente evidencia de que se están desplegando armas con funcionalidad autónoma en los conflictos contemporáneos, los Estados deben actuar con decisión por una nueva ley internacional sobre armas autónomas letales, para que todos los estados en el año 2026 creen un instrumento jurídicamente vinculante, que como antecedente esta ya presente la primera resolución histórica de la ONU sobre sistemas de armas autónomas, esta primera resolución de la Asamblea General, demuestra el deseo generalizado de los estados, en avanzar hacia un nuevo derecho internacional, que el pasado 1 de noviembre de 2023, como resultado de la votación de la resolución L.56 con 164 estados a favor, 5 en contra y 8 abstenciones, se concretó con la Primera resolución sobre armas autónomas, destacando la “necesidad urgente de que la comunidad internacional aborde los desafíos y preocupaciones que plantean los sistemas de armas autónomas”.

Por otro lado el pasado 29 y 30 de abril de 2024, en Viena, Austria, se realizó la conferencia La humanidad en la encrucijada: armas autónomas y el desafío de la regulación. “Esta conferencia marcó la reunión más grande sobre el tema de la autonomía en los sistemas de armas fuera de la ONU hasta la fecha, con la asistencia de 144 estados, más de 1,000 participantes, representación de alto nivel de ministros de relaciones exteriores de todo el mundo, discusiones del panel de expertos y una presencia fuerte y significativa de la sociedad civil (incluidos 60 activistas de Stop Killer Robots).”

Claramente existe cada vez un mayor consenso sobre la necesidad urgente de regular este nuevo negocio de armas “inteligentes”, en  palabras del Ministro Federal de Asuntos Europeos e Internacionales de Austria, Alexander Schallenberg, quien dijo que : “la tecnología avanza a una velocidad vertiginosa, mientras que la política se queda atrás“, y que “no puede exagerar la urgencia” de la necesidad de regulación, enfatizando que: “¡Este es el ‘momento Oppenheimer’ de nuestra generación! No podemos dejar pasar este momento sin tomar medidas. Ahora es el momento de acordar reglas y normas internacionales para garantizar el control humano.”

“Para lograr el instrumento jurídicamente vinculante que se necesita con tanta urgencia, los Estados deben comprometerse a actuar después de Viena. Este instrumento debe negociarse a través de un proceso que sea transparente e inclusivo, y motivado por una determinación compartida de garantizar que la toma de decisiones de vida o muerte no se delegue a las máquinas. Stop Killer Robots está dispuesto a apoyar a los estados en este esfuerzo.”

Fuente: https://www.stopkillerrobots.org/es/noticias/Conferencia-de-Viena-afirma-compromiso-con-el-nuevo-derecho-internacional/

Retomemos entonces las palabras del Embajador Thomas Hajcnoczi de Austria, uno de los 26 estados que piden una prohibición completa de estos sistemas de inteligencia artificial, quien dijo que su gobierno se opone a las armas completamente autónomas porque “estás delegando la decisión de matar a una máquina” y “una máquina no tiene ninguna medida de juicio moral o misericordia.”

Por lo tanto, este momento histórico que nos convoca en tiempos de guerra, es un llamado a la acción, a dar un paso al frente en contra de lo que está ocurriendo hoy en Gaza, en Ucrania, en África…, al futuro que nos espera, estos momentos nos deben tocar como humanidad, para no perderla aún más, debemos prestar atención a los robots asesinos, las armas autónomas letales deben ser prohibidas o al menos reguladas,  para los dirigentes de la ONU, la Cruz Roja y algunos líderes mundiales, esto se haría mediante un instrumento jurídicamente vinculante que garantice el control humano total de estos sistemas, un componente humano total y obligatorio en los procesos de toma de decisiones, un responsable humano por sus acciones y omisiones, alguien a quien dirigir las acciones penales por crímenes cometidos.

Pero, cabe preguntarse ¿será suficiente el derecho internacional y las instituciones multilaterales como la ONU? Lamentablemente, lo que ha demostrado la historia, y de manera atroz el genocidio contra Palestina, es que los países agresores y potencias imperialistas se suelen considerar por encima de estas normas, e incluso tienen poder de veto en estas instituciones. La ONU, y sus agencias, han demostrado su absoluta incapacidad para detener el exterminio contra Gaza. Desde luego, sería un paso importante y un triunfo político lograr este mecanismo jurídico vinculante, pero tendrá los mismos efectos prácticos que los llamados a no atacar niños, o a no atacar a civiles.

Los trabajadores, los pobres, los oprimidos del mundo tenemos que unirnos y hacernos oír, denunciar ampliamente estos peligros y su relación particular con el imperialismo y el sionismo; únicamente las grandes masas de los países que producen (o financian) este tipo de armamento podrían detener el curso de la barbarie, movilizándose para obligar a sus Estados a detenerse. La escalada armamentista la crisis económica, social y ambiental, amenazan con nuevos y más agudos conflictos bélicos. La lucha contra el uso de este tipo de armamento y tecnología para la represión, debe articularse a la lucha cotidiana por nuestros derechos, antes de que sea demasiado tarde debemos abordar colectivamente los graves riesgos que tales armas representan para toda la humanidad.

Por Erika Malagón Romero

Compartimos artículo por considerarse una denuncia y campaña de interés

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